Capitulos anteriores: uno, dos y tres.
ESC. 8: INT. SALA DE LA CASA DE LAILA KENÁN. DÍA
En un pequeño comedor, libre de arena. Laila y su hermano, almuerzan un desconocido enlatado con medio vaso de agua cada uno y Felix mantiene su vista en ella todo el tiempo; hasta que ella lo mira y él, sin poder contenerse solloza.
(Preocupada)
¿Qué sucede, cariño?
(Afligido)
¿Y si no te vuelvo a ver?
Laila se acerca a su hermano y se arrodilla para estar a su altura.
Claro que lo harás, Félix.
Nuestra vida es juntos, papá
lo dijo, no lo olvides, por favor.
Regresa pronto, Lala.
No me dejes como hizo papá.
Laila frunce su ceño, controlando esa terrible sensación de querer llorar y, abatida, abraza a su hermano y este le corresponde con fuerza.
Tú eres mi hogar, Felix.
Juro que volveré.
Tú eres mi hogar, Lala.
Felix la suelta y limpia sus lágrimas, Laila pasa una mano por las mejillas de su pequeño hermano, intentando borrar cualquier rastro de dolor, hasta que él sonríe un poco, contagiando a ella también.
ESC. 9: EXT. FRENTE DE LA CASA DE ALEXANDER POMPEYA. DÍA.
Apenas el sol está empezando a salir del horizonte y todos esperan puntual a Alexander, para saque el camión que una vez robaron y ahora servirá como el transporte de la dinamita, que él mismo ha armado para la liberación forzosa de la represa.
¿Dónde has dejado a tu hermano?
La señora de al lado, Ana, creyó que
voy de jornada de trabajo y prometió
cuidarlo en mi ausencia. Él sabe todo.
La mujer asiente en silencio y Laila voltea hacía un lado por el ruido de un motor, observa que nada ha cambiado del camión y sonríe, acercándose a su viejo amigo.
Eres un genio, ¿Lo sabes?
Por supuesto.
Deja de acosarme, desconocida.
Laila se ríe negando suavemente con la cabeza y con una seña, todos se acercan para una rápida reunión.
No duden en disparar con las armas
largas a los controles de vigilancia.
No dejen ver sus rostros y no dejen
que los atrapen.
En el circulo improvisado, todos llevan sus puños al centro y los chocan con entusiasmo ante de cubrir sus identidades y cada uno ir hasta su vehículo. Henry y Ruth transportarán la dinamita.
ESC. 10: EXT. CARRETERA, ZONA 33. DÍA.
El medio día se extiende sobre un cielo -extrañamente- lleno de nubes. A la orilla de la vía, entre la zona 33 y 34, el camión, aparentemente accidentado, espera porque algún delincuente caiga. Theo se mantiene al volante en silencio, mientras por el intercomunicador escucha a Nex, quejarse del calor en la parte de atrás.
(OFF)
¡Concéntrate, carajo!
(OFF)
¡Terminaremos hirviendo en nuestro
propio sudor, Helena!
Theo niega ante las riña de ambos y mirando por retrovisor, observa otro camión acercarse, dos camionetas lo flanquean y su mano se va rápidamente al intercomunicador. Ninguno baja la velocidad al pasarle por un lado y sus ojos siguen en el camión, un ligero ruido en la parte de atrás y cree que siguen discutiendo, cuando la punta de un arma apunta su sien.
fuente
Arriba las manos y no seas tan
idiota, como para intentar algo.
Alexander abre la puerta sin dejar de apuntarle y al indicarle que baje, Theo le dispara con gran velocidad, paralizando el cuerpo del ladrón mientras se acerca a él. Laila desde lo más alto, jadea por el susto, cuando Theo voltea a ver, ella le dispara, haciendo que caiga a un lado de Alex.
(Enojada y afligida)
Maldición, maldición…
Laila baja de un salto a revisar a su amigo que apenas está reaccionando.
(Angustia)
¿Estas bien?
Sí...
Tenías que parar, ¿no?
Laila lo regaña, acaricia el rostro de él y este sonríe, justo cuando Theo comienza a reaccionar, la mujer en un acto de furia, vuelve a dispararle al oficial, dejándolo inconsciente. Alexander se sienta con un poco de dificultad.
Vamos, nena. Libera el agua, llamaré
a alguien para que venga por él.
Laila sube al camión e ingresa el código que Alexander hackeó, el sonido le indica que las compuertas traseras se abren y suspira, al bajar un arma la apunta, sorprendiéndola.
(Gritando)
¡Manos arriba!
Laila alza sus brazos y voltea a ver a Alexander, quien yace arrodillado, casi como ella; con un hombre frente a él apuntándole y el otro a su lado, despertando del electrochoque.
Ayy, sé que me tardo, no lo vuelvo a hacer, espero que les guste. Por favor, déjenme saber que les pareció.
A mi familia de @mosqueteros, mil gracias por el apoyo, que vamos creciendo poco a poco, pero juntos. ♥
Gracias a la gran comunidad de @cervantes por impulsar el contenido en español en esta plataforma.
Nos leemos pronto, cheers!