Quiero responderlas, no con suposiciones ni con unos cuantos "quizás", “tal vez “o un "será".
Cada segundo se vuelve una eternidad, y las ansias se triplican dejando un eco en la eternidad.
Quiero imaginarte, pero a la vez, tomar esa parte de la imaginación y arrástrala a esa realidad que eres tú.
Sé que existe y eres real, mas no es suficiente si aun mis manos no te han logrado tocar y mis labios ni siquiera besar.
Quiero sentir tu cabeza yaciendo en mi pecho, mientras me deleito en el perfume de tus cabellos.
Lograr rodearte con la calidez y la ternura de mis brazos, y sientas este sentimiento que pide a gritos, tu presencia.
Deseo estar físicamente presente para ver tus ojos que son como constelaciones, probar de una vez por toda, tus labios desbordantes de miel.
Quiero ese acercamiento que estremece el cuerpo, que rocía cada parte de ella con su aliento, que lo cubras con tus cabellos, que es como cascada de manantial.
Anhelo que estando presentes, logremos ese efecto de sonrojar nuestras mejillas y estremecernos con solo decirnos ¡hola!
Besarte tan suave que sea el inicio de algo que no podamos terminar, saber de una vez por todas nuestra verdadera realidad.