¡Hola! ¿Qué tal esas lecturas?
En esta ocasión les hablaré acerca de Ana de las Tejas Verdes (Anne of Green Gables, en inglés), escrita por Lucy Maud Montgomery y fue publicada por primera vez en el año 1908. Este es el primero de una saga de ocho libros.
Montgomery nos narra la historia en la que Marilla y Matthew Cuhtbert, dos hermanos solterones alrededor de sus 60 años que viven juntos en Tejas Verdes, una granja ubicada en un pueblo llamado Avonlea en la Isla del Príncipe Eduardo, deciden adoptar a un varón huérfano para ayudarlos con las tareas que implica mantener una granja. Sin embargo y debido a una equivocación, terminan enviándoles a una niña de 11 años llamada Ana, súper inteligente, creativa, con una imaginación muy fértil y bastante elocuente (quizás demasiada, según Marilla), a quien no le gusta su nombre, sus pecas ni su cabello rojo.
¿No es maravilloso pensar en todas las cosas que hay que averiguar? Simplemente me hace sentir contenta de vivir. ¡Es un mundo tan interesante!
A lo largo del libro la autora nos va relatando las aventuras de Ana en Tejas Verdes con su nueva familia y cómo va evolucionando la visión que tienen Marilla y Matthew (en especial Marilla) acerca de ella, al igual que en el colegio con sus amigos. También tenemos la oportunidad de acompañar a Ana a lo largo de su crecimiento y los cambios que atraviesa durante parte de su infancia y adolescencia, en especial a nivel intelectual, pasando de ser una niña rebelde, impulsiva con un espíritu indomable a ser una joven exitosa y responsable, sin abandonar su lado más creativo.
¡Es tan bello ver llegar la mañana sobre las largas colinas resplandeciendo a través de as puntiagudas copas de los abetos! Es algo nuevo cada mañana y siento como si bañara mi alma en esos primeros rayos del sol.
Si les gusta este libro, no puedo dejar de recomendarles la serie de Netflix inspirada en él: Anne with an E, que es una absoluta obra de arte para los ojos y, en lo particular, una de las mejores series que he visto en mi vida, tanto por la estética de los efectos visuales y los paisajes, como por los diálogos.
En términos generales, fue una lectura ligera pero a su vez muy enganchante, y me parece que es bastante amigable incluso para aquellos que no tienen la costumbre de leer pero que quisieran instaurar el hábito de leer en su rutina. Solo les puedo decir que quedarán fascinados con los discursos y las ocurrencias de esta niña tan especial.
Me he planteado como propósito leerme todos los libros de la saga a lo largo del año... ya les comentaré qué tal me va con eso, jeje.