Fuente: Horizonleadership.ca
¿Qué pasa si digo que nadie ha estado cómodo jamás con verdades que no quiere oir? Cuando te enfrentas a realidades que no son lo que buscas, puedes estar frente a cosas que no quieres ver. Que quieres ignorar por el resto de tu vida y que sin duda, no son parte de lo que esperas encontrarte de frente. Es en ese momento cuando un alma, enojada, frustrada, o cualquier otra emoción casi siempre negativa puede soltarte la bomba que llamaremos "La verdad". Así, con comillas.
¿Qué es "La verdad"?
"La verdad" es una realidad que no quieres enfrentar, una falla en tu carácter, una cosa que has preferido dejar como el elefante en la habitación. Ahí, estorbando pero sin que nadie lo mire y le diga "¿Qué está haciendo un elefante en la habitación?". Sorpresa, esa cosa incómoda está ahí, y que lo ignores no lo hará menos presente, solo te hará lucir como un idiota. Tampoco se irá así como así, está ahí para quedarse la cantidad de tiempo necesaria para cambiar las reglas del juego.
¿Cómo sabemos que estamos frente a "La verdad"? Simple: es algo que te incomoda tanto que te señalen, que lo sientes como una afrenta personal. No es más que una realidad que te has negado a enfrentar por tu cuenta, y que por mucho tiempo, has preferido dejar a un lado esperando que se desvanezca, o que deje de ser tan influyente en tus acciones.
"La verdad" suele ser:
- Difícil de reconocer: no, no es un ataque personal. O si, puede serlo, pero es algo que estás ignorando desde hace tiempo. Reconócelo, mientras más rápido lo hagas mejor te sentirás.
- Amarga: recibir "la verdad" es un trago amargo. Es algo que no esperas que te digan, es lo que te sienta de un empujón en la realidad.
- Algo que resolver: muchos dicen que el reto más grande de nuestras vidas es construir nuestro ambiente. Y no está alejado de la realidad.
- Complicada: no porque sea algo real es fácil de entender. Para muchos, esta realidad es MUY difícil de racionalizar, y como es tan complicada, extiende el proceso de enfrentarla.
¿Necesito oírlo aunque me incomode?
Si, por supuesto. Sin embargo hay que advertir algo que no muchos dicen: te hará sentirte MUY MAL. Y es un mal necesario. Aunque no lo parezca, escuchar esa verdad incómoda tiene una función específica: funcionar como catalizador. Quizá es un mal hábito, algo que no quieres enfrentar, una cosa que ignoraste por mucho tiempo. Pero ya llegó la hora, te tienes que enfrentar al elefante en la habitación, no hay forma de evitarlo. Puedes patalear, gritar, quejarte, lo que quieras... Pero no, estás en desventaja. Ya expusieron tu punto débil, y es hora de que aprendas a lidiar con él.
¿Qué haces en el momento de "la verdad"? Pues simple, te pones tu capa de persona adulta y disecas con pinzas lo que te dicen. Sin importar la intención de la persona que te lo dice (puede ser un llamado de atención, un ataque, cantidad de cosas negativas y positivas), la verdad es que estas frente a algo que no esperabas encontrarte. Ahora que está allí a la vista, debes aprender de tu debilidad.
Porque hay que enfrentarlo, "La verdad" incomoda. Pero la necesitas. ¿Por qué? Los personajes de las historias no se encuentran con un dilema solo por hacer trama: es el punto de crecimiento de los personajes. Y así como ellos, creces tú. Es momento de evaluar lo que te dicen y pensar si en realidad estás aprovechando las lecciones que te está dando la vida para aprender y ser el personaje principal de tu propia historia, no ese personaje de relleno que todos olvidan luego de unas páginas.
El aprender a enfrentar el elefante en la habitación es sin duda, la parte más difícil de todo el proceso. Implica que necesitas evaluar lo que te dijeron de forma objetiva, no te dejes llevar por la pasión o la ira. Piensa bien lo que te dijeron. ¿Es algo que de verdad está afectando tu entorno, tu vida, tu salud o algún otro aspecto de tu vida? Seguro que sí, entonces ¿Qué esperas para cambiarlo?
Esta suele ser una realidad que necesitabas oír en un momento puntual. No te pierdas la oportunidad de cambiar tu vida para mejor usando la verdad que no quieres enfrentar. Y sobretodo, porque es la forma en la que creces. Porque la verdad es que aunque no lo queramos admitir, los otros son buenos espejos de nuestras fallas. En lugar de molestarnos con ellos, debemos evaluar qué es lo que consideran una carencia y si no es una proyección. Por eso, desarrolla la capacidad analítica para distinguir la verdad malintencionada y falsa, de “la verdad” que realmente te ayudará a crecer.
Así que, si algo te incomoda cuando te lo dicen... Quizá estás frente a "La verdad". Y debes aprovechar el momento. Sin importar si las intenciones de quien te las señala son buenas o malas, es una cosa que demuestras, y que puede ser el freno entre la vida que siempre has deseado, y una en la que no logras salir de los agujeros que te presenta el camino. Elige dar de frente el golpe al obstáculo, y usa esta revelación incómoda para crearte un futuro. ¡Solo tu sabes lo que quieres hacer tu realidad!