Volvía a casa y se hacía de noche. No me apetecía hacer nada, solo quería descansar.
Me eché una copa de tinto. Me acomodé en mi butaca y encendí un cigarrillo.
Después de un rato me entraron ganas de follar. Pensé a quién llamar... A Tina. Eso requería ir a Valencia, pero bien, valía la pena.
Tina es una italiana de 40 años, morena, es guapa, flaquita y tiene un bonito cuerpo. Piernas delgadas, largas y bien formadas. Un culito para comérselo y tetas redondas con pezones pequeños. La cara tiene guapa, de mujer atractiva con un tono bien de puta. Me gusta como es.
Llamé a Tina y quedamos dentro de una hora y media en su piso. Llegué a Valencia y tenía muchas ganas de verla ya. Me abrió la puerta del portal y subí al tercero. Tina me esperaba con su lencería y tacones. Tal como me gusta.
Me dió un piquito y me tocó la polla. La seguía a su habitación y disfrutaba de mirar su culo y sus interminables piernas vestidas en unas medias negras, con taconazos altos I finos.
Hhhmmm, que ganas...
Al cerrar la puerta de la habitación me quité rápido el pantalón. Tina me ayudó y en pocos segundos tenía mi polla en su boca. Por fin. Empezó chuparme suavemente, largamente del glande hasta los huevos, agarrados fuertemente en su mano derecha. Disfrutaba de su suave y caliente boquita y de su lengua que me rodeaba rítmicamente el glande.
Después de un rato se sacó mi polla de su boca y empezó lamerme las bolas. Me doblé hacia delante y jugaba con su culo y chocho. Ella seguía chupándome mi tiesa y larga polla. Lentamente. Me escupió la polla varias veces y se la metió bien hasta el fondo de su garganta. En este momento se juntaron muestras miradas. Qué placer! Sentía cómo me tocaba su lengua a mis huevos. Aaaaah!
Ya que estaba bien cachondo, saqué mi polla de su boca y le di una vuelta rápida a cuatro patas. Disfruté de esa imagen. Estaba delante de mí su culo,.chocho y sus largas y delgadas piernas. Le di unos golpes al culo y le clavé mi polla en su chocho hasta el fondo.
Continuará...