La leche condensada es una variante que se utiliza para complementar otros alimentos, como el café, o como ingrediente para hacer algunos postres. Su sabor suele ser dulce, puesto que se hace con azúcar, su textura espesa y su preparación muy sencilla. Normalmente acudimos al supermercado para adquirirla ya hecha pero, si tenemos un poco de tiempo, la receta casera siempre queda mejor que la industrial, pues la hacemos a nuesto gusto. Si eres un amante de este tipo de lácteo y quieres saber cómo hacer leche condensada en casa, sigue leyendo este atículo de unComo y descubre los pasos.
Pasos a seguir para hacer esta receta:
1- Para preparar la leche condensada casera necesitarás leche en polvo, azúcar y agua. Si no tienes leche en polvo, puedes sustituirla por 750 ml de leche y eliminar, también, el agua.
2- Para empezar a hacer la leche condensada, coloca en una olla o cazo todos los ingredientes y caliéntala a fuego lento. Es muy importante que no descuides la mezcla y la vayas removiendo con frecuencia. Si utilizas la leche en polvo verás que al principio se forma una masa muy espesa y granulada, no te preocupes porque conforme se vaya calentando y le vayas dando vueltas se irá deshaciendo.
3- Puedes utilizar una cuchara de madera o unas varillas para ir removiendo la mezcla. Vigila que no hierva, pues la idea es calentar la leche y que todos los ingredientes se integren bien para que tomen la consistencia adecuada, no se deben cocer.
4-
Si utilizas leche normal en lugar de en polvo, es importante que sepas que el proceso de preparación es más lento y te llevará más tiempo conseguir el espesor deseado, característico de la leche condensada. Con la receta de la leche en polvo, aproximadamente, nos llevará entre 20 y 30 minutos hacerla, mientras que de la otra forma puede que tardemos alrededor de 45 minutos o 1 hora.
5- Una vez que hayamos conseguido la consistencia adecuada, deberemos retirarla del fuego y dejar que se enfríe. Mientras se enfría, veras que todavía se torna más espesa de manera que, si la retiras un pelín antes de conseguir la textura perfecta no pasará nada. Es más, es aconsejable que lo hagas.
6-
Una vez fría, ya puedes guarlarla en tarros con cierre hermético para que se conserve mejor y degustarla cuando te apetezca. Como ves, hacer leche condensada casera no es nada complicado y el resultado es espectacular. Si te gusta la leche en todas sus variantes, te recomendamos que mires cómo hacer dulce de leche y leche frita.
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