La pequeña playa de Gulpiyuri está en Asturias, entre la costa de Llanes y Ribadesella. Con apenas 50 m de longitud, su belleza es increíble. La playa de blanca y fina arena en forma de media luna aparece, de pronto, en medio de verdes prados, y su profundidad es tan escasa como su tamaño.
Esta playa tierra adentro es fruto de un capricho geológico. En una costa de acantilados de origen kárstico, el mar cavó una cueva hacia el interior, al tiempo que un hundimiento dejó un hueco conectado con el mar. El agua del mar le llega a través de túneles y cavernas subterráneas a pesar de encontrarse a 100 m de la costa.
Precisamente, otro de los encantos de este lugar es el sonido que genera el mar al pasar a presión por los túneles de la orilla.
En Asturias este ruido tiene nombre: se le conoce como «bufones». Gulpiyuri forma parte de la red regional de espacios naturales protegidos y, a pesar de ser Monumento Natural desde 2001, aún es posible disfrutar de su encanto con poca gente, pues al no tener acceso en coche, se añade el encanto de acceder a la playa por encantadores senderos y, si lo desea, puede recorrer el rocoso acantilado que la antecede.