Aquí estamos, dentro del sonido constante que ya no escuchas, con tus verdes y azules, que me atrapan, mientras tus ladrillos entre blancos y amarillos me dicen que grande somos y a la vez que diminuta es la conciencia de nuestros habitantes.
Aquí entramos todos, simplemente la sonrisa es el requisito, pero en estos tiempos son menos los que cumplen con lo exigido.
Son tiempos difíciles, te pienso y te miro, pero no es solo aquí, sino en todos los continentes. Aunque ya es natural la calamidad y el hambre en África, la madre de todos.
Cuando ya no estemos podrás recuperar tu espacio y cuerpo y volverás a tus azules y verdes y con ellos todos los colores del universo.
fotos: Robert Cedeño