Son esos episodios de locura, donde la lucidez ilumina tu sendero.
Cortos son tus momentos, largo el periodo para quien apunta y sigue.
Esos que gritan y vitorean sus conocimientos, no son más que ráfagas de estrellas muertas.
Aquel que con valentía y poderosa voluntad, se atreve a cambiar su destino a pesar de las críticas, es bienvenido al exilio perpetuo de la eternidad.
Muero cuando deseo vivir, declino cuando deseo levantar, sedo cuando quiero retener, dejo mi esfero cuando deseo escribir.