Puedo descifrar la distancia que evocan los pájaros
y cantar la paz al son de su vuelo
y sentir el agua que hay en tu alma
y decirle al cielo cuanto duele esta libertad.
Podría predecir la calma que traen las mujeres rotas
y unirme a ellas mientras me siembro en sus senos
y alimentar a los dragones para conciliarme con la tranquilidad
y concederle al viento mi dolor.
Sé lo que puedo hacer
vestir la sinceridad con una sonrisa de oro
como cuando estoy en el jardín
y vuelvo a ser libre.
Puedo darte mi sangre y bailar dentro de ti
mirar tu silueta para formar un nuevo universo
pero sobre todo recordarte
que tienes mi corazón, mi dolencia
y lo necesito de vuelta.
Imagen de Brushan Sadani en Unsplash