Imagen de creación propia; publicada en mi blog de Tumblr.
Ayer 15 y hoy 16 de septiembre se celebra en mi país uno de los acontecimientos más importantes de nuestra historia: El inicio de nuestra Independencia de España.
207 años pasaron desde que el viejo párroco del pequeño pueblo de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla, se decidiera a animar al pueblo a levantarse en armas contra la opresión de los españoles. 207 años llenos de sangre, sufrimiento, y miseria para el pueblo, y de gloria para las clases dominantes que se renovaron tras el desplazamiento de la élite española.
207 años recorridos tanto para bien como para mal. 207 años que muchos celebran con tequila, cerveza, asistiendo a conciertos de artistas locales, entre otras cosas; y que yo, en lo personal, celebro quedamente quedándome en casa con la familia viendo películas o, como en estos momentos en que estoy escribiendo este artículo, tomando un frappé en una cafetería del centro de la vieja ciudad de Mérida, la de Yucatán.
Fotografía propia. Derechos reservados.
Nota comercial para los que deseen conocer Mérida: Les recomiendo ampliamente la cafetería. Su nombre es Manifesto y está ubicado en la calle 59 por 66 y 68, Centro Histórico. Un lugar muy cálido y relajante para trabajar y disfrutar de un buen café frío o caliente :D. ¡Ah! Y de paso les recomiendo probar el Cookie Frappé. Una delicia :).
Ahora bien, si hay algo que he de confesar es que no siento mucho fervor patrio que se diga; digamos que con el paso de los años me he dado cuenta de que en mi país hay algo más que desigualdad de condiciones. Digamos que, para mi tristeza, hay más desunión que unión, especialmente ahora que nuestra economía pende de una balanza ante los dimes y diretes "amigables" que nuestro gobierno tiene con Estados Unidos en un intento descabellado y absurdo de retener a nuestro "querido" como aliado comercial, intento que, a modos personal, ya da igual ante el ya oscuro escenario.
De todos modos, se quede o no se quede Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los principales perjudicados seríamos literalmente nosotros. El pueblo, los de a pie, los que cada día tratamos de generar para nosotros mismos y para nuestras familias nuevas oportunidades para salir adelante ante la falta de empleo con salarios justos y acordes a nuestras capacidades.
Ante ese panorama que, a pesar de todo, tengo una ligera esperanza en que mejore (en mi opinión), les hago esta pregunta: ¿vale la pena celebrar nuestra independencia en medio de la desunión?
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GIF creado por @fabiyamada