Les presento tres fotografías de larga exposición tomadas en la más absoluta oscuridad y con los mismos parámetros de sensibilidad, longitud focal y abertura de diafragma. Solamente variaron los tiempos de exposición y los movimientos de la linterna.
Con el obturador en posición Manual y el diafragma abierto, el sensor de la cámara recibe toda la información luminosa que va aconteciendo. La linterna escribe alegremente con su tinta de luz, y va quedando plasmado lo que ya ocurrió y lo que está ocurriendo, hasta que el obturador decide ponerle punto final a la magia.