Publicación de libros 2.0 y la figura del autor-trabajador

laptop-820274_1920.jpgEn el mundo editorial las denominadas "autoediciones" o "autopublicaciones" tienen una connotación decididamente negativa. Se pone en duda que este mecanismo asegure la publicación de libros bajo ciertos parámetros literarios definidos por la academia y la crítica literaria. Se conocen además varios casos de editoriales que por publicar cobran altos costos a sus autores, entregando de vuelta un montón de ejemplares que casi siempre terminan echados al olvido en cajas selladas y rotuladas con el sello de un editor inverosímil.

El mecanismo editorial tradicional -tal como lo conocemos hasta el día de hoy- supone por su parte, la figura de un “descubridor” (el editor) y un “descubierto” (el autor) donde el primero está facultado para decidir qué es lo publicable y qué no. Aunque en este caso, el autor no debe pagar la edición con dinero, entrega a cambio su trabajo creativo a través de la confirmación de un contrato en el que no tiene arte ni parte. A cambio obtiene difusión -uno de los elementos claves para el autor- casi siempre pobre y de corto plazo, en especial si no se trata de literatura best-seller. Siendo la editorial quien hace el "trabajo sucio", no le queda más alternativa que quedarse con el 90% de las utilidades que eventualmente genere la producción de un libro. La creatividad del autor/a vale por su parte, apenas un 10%. Y sería más que interesante saber con qué fórmula se llegó a esta distribución, donde el autor se lleva la parte decididamente más exigua siendo el actor principal -y el único imprescindible- de la cadena.

Por otra parte, tenemos en las librerías, a un nuevo agente intermediario entre un autor y su lector. Sus libreros casi siempre graves y malhumorados, cargan al precio del libro un 50% más, haciendo que una obra llegue a sus lectores todavía más lejos de su precio inicial. Otro elemento de la cadena que tiene sus propios gastos.

Sin embargo, muchos autores desdeñan la idea de autopublicarse, en primer lugar para no ser asociados con publicaciones posiblemente inmerecidas y en segundo lugar (y este es un argumento que oí de muchos amigos autores) es que son demasiado humildes o pudorosos para promover su propia obra. Pero lo que suelen olvidar es que precisamente esa humildad, esa renuncia a difundir y gestionar su propia obra, es lo que hace que la relación autor-editorial sea otro modelo más de trabajo apatronado, donde quien sale perdiendo es siempre el trabajador.

Pero a la luz de las innovaciones tecnológicas en el campo editorial, un autor tiene hoy a su disposición, todas las herramientas necesarias para su emancipación. Revisemos algunas de las más importantes.

Plataformas de publicación, vitrina y venta

Actualmente es posible para un autor/a recibir directamente los beneficios económicos de su talento creativo gracias a las plataformas de publicación que pagan por venta un porcentaje considerablemente más alto que una editorial: desde el 20% para formato papel y desde el 60% para formato digital.

Cabe agregar que las editoriales tradicionales pagan al autor el mismo 10% aun cuando se trata de una versión digital o ebook, no obstante las diferencias evidentes entre el costo de producir un libro físico y el costo de producir uno digital . Por otra parte, las plataformas literarias cuentan con eficientes vitrinas y posibilidades de venta a prácticamente todos los países, con los más variadas formas de pago; para recibir lo ganado, sólo falta una cuenta Paypal. Y los más importante de todo: el autor es quien administra a perpetuidad y bajos sus condiciones tanto los derechos morales (paternidad de la obra) como los derechos patrimoniales (explotación económica de la obra). Es un contrato del autor donde sólo participan él/ella y sus lectores.

Registro de derechos de autor

Hoy, los autores cuentan además con una herramienta de última generación llamada Blockchain. Tiene múltiples usos y entre ellos, el de permitir que un autor pueda registrar gratuitamente sus derechos de propiedad intelectual, generando un código que puede ser revisado desde cualquier parte del mundo y que arroja los datos de la inscripción. Este registro es completamente indeleble e incorruptible.

Obtención de ISBN

Al comercializar una obra en una plataforma de venta, esta asigna también de manera gratuita un número de ISBN. Esto no significa en ningún caso que dicha plataforma pueda atribuirse la propiedad intelectual de un libro, sino que corresponde únicamente al vínculo de distribución realizado por la plataforma.

En el contexto de un mundo digital y globalizado, quizás sea más que conveniente comenzar a plantearse nuevos modelos de publicación conforme a las innumerables herramientas que la tecnología hace rato ya nos viene disponibilizando. Construir nuevos modelos que constituyan alianzas, acuerdo mutuos, contratos construidos a medida y colaborativamente por editores y autores, eliminando intermediarios, y todos aquellos elementos que alargan la cadena de llegada del libro a su lector, que es en definitiva el único objetivo de la literatura.

Autoedición, autopublicación, plataformas especializadas y como mucho, una Alianza editorial en equidad, contratos redactados en colaboración y sin jerarquías, pero sólo y exclusivamente entre los actores imprescindibles.

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