INTRODUCEYOURSELF | El comienzo de todo

Así que sí, este es el comienzo de todo. El primer post que probablemente no trascienda mucho en esta grandiosa red, pero definitivamente sí en mi vida, ya que es el primer paso de este nuevo camino; una presentación de lo que quiero, lo que soy, y lo que espero darte.

Antes de todo creo que debería darme a conocer...

Mi nombre es Liseth, aunque puedes llamarme Lissie, o Lis, o como tú prefieras. Tengo 21 años, soy de Venezuela, y recién estoy iniciando en lo que realmente me gusta hacer, la actuación. Pero antes de seguir con eso retrocedamos a donde todo inició, mi nacimiento... Ok, tampoco tanto, pero sí regresemos hasta mi infancia.
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Yo era una pequeña niña, súper tímida y reservada con miedo de hablar con cualquier persona. Mi sitio seguro siempre fue mi familia, con ellos podía hablar, gritar, reír, bailar, ser simplemente yo, alguien alegre, divertida, creativa, y quizás también un poco loca.

Pero apenas salía de ahí me convertía otra vez en esa niña callada, solitaria, nerviosa, y tranquila, que no significa que no lo sea, pero no dejaba mostrar algo más allá.

Fui creciendo y conmigo mis inseguridades. Pasé por un montón de cosas... Cambio de zona en la que vivía, colegio nuevo, amigos nuevos, amigos que ya no volvería a ver, burlas de compañeros, otros que sólo me dieron la espalda, notas bajas... Tantas cosas que hacían que creyera menos en mi y más en el "no voy a poder lograr nada", y ahí me encerré durante un largo tiempo.

Hagamos un pequeño paréntesis aquí para decirles que nací en un hogar cristiano, por lo que siempre estuve involucrada en eso de visitar iglesias y asistir a eventos junto a mis papás; pero todos los que crecimos dentro de ello, llegamos a un punto donde decidimos por cuenta propia si queremos seguir en ese camino o no. Yo lo tuve claro desde bien chiquita, toda la vida me gustó ser parte de ese "algo" que me hacía sentir diferente, pero un diferente bueno, un diferente especial; pero ese "punto" de mi vida en el que me dije que Dios sería siempre lo primero fue a eso de los 12 años.

Ocurrió en esta pequeña iglesia en un pueblito llamado "El Hatillo" de la ciudad donde vivo, donde tenían un grupo de jóvenes que se reunían cada viernes para hablar de Dios y lo que su amor podía hacer en nuestras vidas. Y fue en ese pueblito, en esa iglesia, en ese grupo, que yo empecé a verme como Dios me veía, que empecé a valorar lo bueno de mi, y que empecé a creer en mi y en mis talentos.

Allí tenían un grupo de artes escénicas en el que entré y me enamoré. Y con el tiempo mi pánico al escenario se convirtió en pasión, mis miedos dejaron de ser algo que no podía vencer para ser batallas ganadas con los ojos cerrados, descubrí lo mágico que podía ser dejar de ser yo por un instante y convertirme en cualquier personaje que mi mente imaginara. Logré cosas que ni pensaba podría hacer, descubrí nuevos talentos y me descubrí a mi, no sólo a la chica que molestaban en el colegio sino simplemente yo, alguien que había encontrado el sueño que quería perseguir.

Pero aún a pesar de saber que el arte era todo lo que quería y de tener personas que me apoyaban sin importar qué, como en cualquier otra historia no podía faltar aquello que me impidiera avanzar, y ese "aquello" en realidad eran muchas cosas; desde alguien diciéndome que "el mundo del arte" es algo muy difícil, hasta mis propios pensamientos de temer fallar, de no querer arriesgarme, de que debería estudiar "algo de verdad" sólo por si acaso, y no me daba cuenta de que todo eso sólo hacía más largo el camino para conseguirlo.

Dejé de verlo imposible un día en el que esta señora...

Mi hermosa madre, me recordó que Dios me había dado ese talento por una razón, y que debía buscar mi propósito en ello y no fuera de ello; también me dijo que las cosas que se hacen con el corazón son las que mejor dan resultado, y que aunque sería difícil yo podría lograr eso y más, siempre que tuviera fe y confiara en mi.

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Y volvemos al hoy, en donde dejé una carrera que no me gustaba en una universidad increíble para dedicarme a esto, el arte que siempre ha estado en mi. Muchos me tildan de loca y quizás algunos de ustedes también lo haga, pero soy una loca feliz que está haciendo lo que ama, y está dando los primeros pasitos para cumplir sus sueños.

Hasta ahora sólo he realizado pequeñas cosas pero que me han hecho crecer un montón. Una de ellas es una participación para algo llamado Microteatro Venezuela, en una obra musical escrita y dirigida por Dairo Piñeres. Fue una experiencia asombrosísima que repetiría un millón de veces de ser necesario, donde conocí a personas extraordinarias con las que comparto la misma pasión y locura.

Llevo ya casi un año en el taller de actuación...

... y amo cada cosa que he logrado hacer con ayuda de mi asombroso profesor, director y amigo, y en compañía de todo el grupo con el que he tenido el placer de compartir.

Montaje final del nivel 1. Obra: Cianuro ¿sólo o con leche?
Fotos realizadas por Manuel Marchan

Ahora estamos en ensayos para el montaje del segundo nivel y no puedo estar más emocionada, porque ya estoy en ese punto en el que quiero seguir avanzando hasta alcanzar mi meta e ir aún más allá; quiero seguir estudiando, seguir preparándome, conocer un poco de todo lo que involucre el arte, desde el dibujo y la escritura hasta el canto y el baile; quiero crecer como persona y como profesional, quiero ser mejor cada día, y quiero hacer de esta pasión mi trabajo.

Ustedes ya se estarán preguntando por qué les cuento todo esto. Bueno, es algo simple, porque quiero compartir mi talento, quiero dar de las cosas que sé, que tengo, e incluso las que no sé. Quiero lograr una forma de ingresos, así sea pequeña, que no me aleje de lo que me gusta sino más bien me acerque, quiero aprender de ustedes y que ustedes aprendan de mí, quiero dejar volar mi imaginación y descubrir de qué más cosas soy capaz de hacer. Quiero que vean el cómo llegué hasta aquí y que sepan que es posible ir tras de lo que quieres, y que me acompañen en el camino para alcanzar lo que viene.

Esta es una historia que apenas comienza, aún me queda mucho más que contar y mucho más que mostrar. Espero que se queden en este viaje lleno de aventuras cotidianas, de descubrimientos y de talentos que deseo compartir con ustedes. No olviden abrochar sus cinturones y ¡nos leemos en la próxima! Adiooos :)