Cuando nos encontramos creando nuestra imagen o la de nuestro equipo u organización, tenemos retos establecidos, tenemos una misión, una visión y unos objetivos establecidos para nuestro desarrollo como individuos y de nuestra organización.
Esos son aspectos amplios que se nutren de aspectos pequeños de nuestro crecimiento, cada día lo pensemos o no, estamos creciendo en nuestro avance que es lo optimo, en el retroceso si no hacemos las cosas bien o en el estancamiento si no hacemos nada.
No podemos dejar las cosas a la suerte, debemos hacer que las cosas pasen dentro de nuestras posibilidades y algo tan pequeño como la puntualidad tiene grandes consecuencias en la mayoría de los casos.
La puntualidad le indica a tu equipo de trabajo que eres una persona responsable, un líder que sabe valorar la empresa y dar el ejemplo, que tiene coherencia con la misión, visión y objetivos trazados.
La puntualidad le indica a tus clientes, a tus colegas, a tu entorno, al publico que eres cabal y responsable en el cumplimiento de la palabra dada, que estableciste un lugar y hora y cumpliste lo acordado, lo contrario indica que si así eres en lo pequeño, serás peor en las grandes responsabilidades y luego de crear una mala fama hay que tener mucha dedicación para cambiarla.
En la búsqueda de esa imagen profesional que todos debemos tener para ser exitosos la puntualidad indica ese respeto y seriedad en lo que estamos transmitiendo, a nuestra imagen que se funde con nosotros mismos y a las personas que dimos nuestra palabra le indicamos que somos serios y cabales en nuestros actos y cumplimiento de acuerdos, porque a veces un buen acuerdo se da por un pre contrato verbal que luego se plasma en un documento llamado contrato o acuerdo.
Todo buen acuerdo inicia no con la necesidad del cliente sino con la responsabilidad y seriedad que se desprende de nuestra imagen y la puntualidad inicia con buen pie toda reunión donde evaluamos y somos evaluados como seres emprendedores y exitosos.
Cerrar un buen contrato, lleva en sí un trato que empieza con nosotros mismos y la imagen que logramos transmitir avanzando hacia el acuerdo.
Un buen trato es en buena parte, el resultado del buen trato que demos a las personas, seamos puntuales y se trasmitirá nuestro éxito.