Y tú, qué vendes / And you, what are you selling?

Leyendo el libro de Daniel H. Pink vender es humano encuentro de entrada la afirmación "ahora todos somos vendedores"
la cual tome al principio como un cliché más de un mundo saturado por gurús y magos, pero al continuar la lectura fui cambiando mi percepción.

Como profesional dedicado a la comunicación, esta afirmación tuvo resonancia en mi, porque entendí que no se estaba hablando exclusivamente de la esfera comercial. Al contrario, los ejemplos que iba poniendo en este mundo interconectado, donde las relaciones y la comunicación son claves, la capacidad de influir, persuadir y conectar con los demás se vuelve indispensable, cada uno de nosotros es un vendedor.

En palabras del mismo autor:

Todos los días, más de 15 millones de personas se ganan el sustento
intentando convencer a otros de que hagan una compra. Son agentes inmobiliarios, representantes de ventas industriales y corredores de valores. Venden aviones a las aerolíneas, trenes a los ayuntamientos y automóviles a posibles conductores en más de 10.000 concesionarios de todo el país. Unos trabajan en oficinas de lujo con unas vistas espléndidas, otros en míseros cubículos decorados con historietas de Dilbert y con un horario indefinido. Pero todos ellos venden: desde contratos multimillonarios de consultoría hasta suscripciones de diez dólares a una revista, pasando por cualquier otra cosa.

Esta afirmación la amplíe a mi grupo, porque somos vendedores que buscamos tener éxito en varios ámbitos, desde el ámbito profesional hasta el personal, donde necesitamos habilidades de venta. Siendo el discurso oral y sus estrategias de persuasión la primera gran herramienta que cultivamos y con la cual vendemos nuestras ideas, nuestros sueños y nuestras metas.

Por ello, hice el ejercicio de autocalificarme como vendedor y dividí en dos aspectos mis condiciones como vendedor. En primer lugar las condiciones humanas: empatía, capacidad de socializar, paciencia, etc. En segundo lugar, mis habilidades técnicas, expresión oral, dominio de técnicas de persuasión, ect.

Lo hice porque constantemente vendo ideas, este texto es un ejemplo de ello, lo hago a mis jefes y compañeros, donde es muy común que deba presentar proyectos, defenderlos y convencerlos de su importancia. Con este ejercicio identifiqué los aspectos que debo mejorar, los que debo fortalecer y aquellos que debo pulir.

Si bien todos somos vendedores, dando por verdadera la afirmación del autor prenombrado, no todos lo hacemos de forma eficaz. Dominar el arte de la venta no implica manipular o presionar a los demás, sino desarrollar habilidades para conectar, comprender y ofrecer soluciones que satisfagan las necesidades de las personas.

En definitiva, la afirmación "todos somos vendedores" no es un simple cliché, sino una realidad que debemos comprender y aprovechar, para mejorar, aprender o corregir. Y tú, qué vendes.




And you, what are you selling?

Reading Daniel H. Pink's book selling is human I found at the beginning the statement "now we are all salesmen ", which I took at first as one more cliché in a world saturated by gurus and magicians.

Which at first I took as just another cliché in a world saturated by gurus and magicians, but as I continued reading I changed my perception.

As a professional dedicated to communication, this statement resonated with me, because I understood that I was not talking exclusively about the commercial sphere. On the contrary, the examples I was giving in this interconnected world, where relationships and communication are key, the ability to influence, persuade and connect with others becomes indispensable, each one of us is a salesperson.

In the words of the same author:

Every day, more than 15 million people earn their livelihoods
trying to convince others to make a purchase. They are real estate agents real estate agents, industrial sales representatives and stockbrokers. They sell planes to airlines, trains to municipalities and automobiles to prospective drivers in more than prospective drivers at more than 10,000 dealerships across the country. Some Some work in luxury offices with splendid views, others in cramped cubicles decorated with comic books. cubicles decorated with Dilbert comics and with indefinite hours. But they all sell: from multimillion-dollar consulting contracts to ten-dollar magazine subscriptions and everything in between. anything else.

I extended this statement to my group, because we are salespeople looking to succeed in various arenas, from professional to personal, where we need selling skills. Being the oral speech and its persuasion strategies the first great tool we cultivate and with which we sell our ideas, our dreams and our goals.

Therefore, I made the exercise of self-qualifying myself as a salesperson and I divided my conditions as a salesperson into two aspects. Firstly, my human qualities: empathy, ability to socialize, patience, etc. Secondly, my technical skills, oral expression, mastery of persuasion techniques, ect.

I did it because I constantly sell ideas, this text is an example of it, I do it to my bosses and colleagues, where it is very common that I have to present projects, defend them and convince them of their importance. With this exercise I identified the aspects that I should improve, those that I should strengthen and those that I should polish.

Although we are all salespeople, as the author's statement is true, not all of us do it effectively. Mastering the art of selling does not imply manipulating or pressuring others, but developing skills to connect, understand and offer solutions that meet people's needs.

In short, the statement "we are all salespeople" is not a simple cliché, but a reality that we must understand and take advantage of in order to improve, learn or correct. And what are you selling?




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