Dejemos de ser inquilinos y seamos guardianes.

Imagen generada con Ideogram

¿Cuántas veces hemos escuchado frases como "hay que cuidar el planeta" o "estamos destruyendo nuestro hogar"? Es como un mantra que repetimos sin realmente interiorizar su significado. ¿Será que nos hemos vuelto inmunes a estas advertencias? ¿Cuántas veces has dicho "voy a dejar de usar bolsas de plástico" y luego te encuentras comprando en el súper y cuando te dicen si quieres llevar bolsa, dices que si, ya que no llevas la tuya reutilizable? Es como si la conciencia ecológica solo funcionara a medias. A esto yo lo llamo HIPOCRESÍA AMBIENTAL.

Cada vez que salgo a la calle siento que estoy participando en un reality show llamado "Superviviente: Edición Basura". Gente tirando colillas por la ventana del coche, envoltorios de snaks en la playa, botellas de plástico en el parque... ¡Es como si vivieran en una realidad paralela donde no existen los contenedores! No entiendo de qué forma viven en sus hogares si así se comportan en la calle

Imagen generada con Ideogram

El mito del 'alguien lo recogerá' es una excusa tan vieja como la humanidad. Es como si pensáramos que existe una especie de hada madrina de la limpieza que llega por las noches con su varita mágica y transforma nuestras montañas de basura en flores. ¡Pero la realidad es bien distinta! Claro que hay personas que se dedican a la limpieza, y les debemos un gran respeto por su trabajo. Sin embargo, creer que su labor justifica nuestra irresponsabilidad es como decir que está bien robar porque hay policías. ¿Te sentirías bien si alguien te robara tu celular con la excusa de que hay tiendas donde lo pueden comprar? Pues lo mismo pasa con la basura. COCHINO!

Las playas, son oasis de paz y tranquilidad, pero para tristeza de muchos últimamente se han convertido en un vertedero a cielo abierto. Botellas de vidrio, colillas, bolsas de plástico... manchan nuestras costas y contaminan nuestros océanos. Es como si hubiéramos olvidado que la naturaleza nos ofrece un regalo invaluable, y en lugar de cuidarlo, lo estamos destruyendo. Cada botella de plástico que dejamos en la arena, cada colilla que tiramos al mar, es un golpe a la belleza de nuestro planeta. Es hora de cambiar nuestras acciones y recuperar nuestras playas para las futuras generaciones. En mi caso en particular cuando voy a la playa, trato de ir siempre con una bolsa en la cual voy almacenando mis desperdicios, para así asegurar que nada de lo consumido por mi dejara mi rastro humano a donde fui.

Reciclar es una hermosa tarea si la entendemos. Si soy honesta en mi país no hay una cultura de reciclaje formal. O sea no existe en gran escala contenedores para separar el vidrio, el papel, el plástico, y tampoco hay los entes para incentivar esta cultura. Pero, existe el reciclaje por tradición, es decir, el que se transmite de generación en generación. Nuestras abuelas nos enseñaron a aprovechar al máximo cada objeto, a darle una segunda vida antes de desecharlo. Un paño viejo se convierte en un trapeador, un frasco de mayonesa en un vaso para tomar agua, un pote de mantequilla en un recipiente para guardar alimentos. Somos expertos en encontrarle un nuevo uso a todo aquello que otros consideran inútil. Nuestro ingenio popular es una muestra de nuestra capacidad para adaptarnos y sobrevivir.

Imagen generada con Ideogram

El carro se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo. Lo usamos para ir a cualquier lado, sin importar la distancia. Y mientras conducimos, veo con asombro como más de uno va dejando una estela de contaminación a nuestro paso. ¡Qué gran invento!

La moda sostenible está de moda. Todo el mundo quiere ser eco-friendly y lucir ropa hecha con materiales reciclados. Pero, ¿es esto realmente una tendencia o una verdadera preocupación por el medio ambiente? Viendo un documental pude notar la cantidad de contaminación que se puede generar por medio de la fábrica textil, y es una cosa de locos.

Imagen generada con Ideogram

Es increíble que, a pesar de las evidencias científicas abrumadoras, aún haya quienes niegan el cambio climático. Dicen que es una conspiración, una mentira. Mientras tanto, nuestro planeta se calienta a un ritmo alarmante, los glaciares se derriten y comunidades enteras pierden sus hogares a causa del aumento del nivel del mar. Vi un documental que me dejó impactada: mostraba cómo familias enteras se veían obligadas a abandonar sus casas y sus tierras ancestrales. Es hora de despertar y reconocer la realidad. Cada uno de nosotros puede marcar la diferencia, desde reducir nuestra huella de carbono hasta apoyar iniciativas que promuevan la sostenibilidad.

Las redes sociales son una herramienta muy poderosa. Nos permiten conectar con personas de todo el mundo y compartir información. Pero también pueden ser utilizadas para difundir noticias falsas y crear polarización. En medio de todo esto que pasa en nuestro hermoso planeta, ¿las usas para el bien o para el mal?

A pesar de todo, todavía hay esperanza. Cada vez más personas se están concienciando sobre los problemas ambientales y están tomando medidas para proteger nuestro planeta. Tú también puedes hacer tu parte. Recicla, ahorra energía, reduce tu consumo, utiliza transporte público, apoya a empresas sostenibles... ¡Cada pequeño gesto cuenta!

Bye! No seas cochinongo.!

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now
Logo
Center