¡Piedad, piedad!
arrastra la tristeza de los años mozos,
en el ambiente no existe gozo;
la melancolía contagió al poeta.
dejando oculto en su rebozo,
el rostro ahogado en su sollozo.
Escenario gélido, tenue, fúnebre.
súbito!, joven apuesto alzó su vuelo;
recobró su anhelada libertad.
¡Piedad, piedad... imploro tu piedad!
debajo de su rebozo, suplicó al mozuelo.