Yo estaba sentado en la ventana.
Esa noche,
Quise descifrar un sentimiento
Que por meses adormeció mi lengua
Y me negaba el don del habla.
Cerré los ojos por un instante
Y escuché,
Percibí los ruidos de un
Mundo del cual era extraño:
El mundo de los vivos.
Me paseé por esos suburbios
Pero no había allí algo que no
Estuviera antes.
¿Qué quería encontrar?
Cualquier cosa menos nada.
La sombra de
La noche me cobijó
Como a un niño;
Por tanto, conocía yo bien
La oscuridad, no tuve miedo.
Escuché, pues,
Llamándome,
La voz de aquel hombre,
Aquel de siempre, diciendo:
—Vuelve pues, ahora en ti,
A tus cabales
Y haz lo correcto.
Sé tú como yo,
Haciendo lo que debes
A costa de lo que quieres.
En tu corazón eres necio,
¿Cuánto más abandonarás tus tierras?
Tu sitio está en los campos.
«¿Junto a los demás infelices?»
(Pensé para mí).
Son conjeturas pero,
Es por su filosofía de vida que
Hay tantos muertos viviendo
En la ciudad.
Quizás lo correcto es
Lo incorrecto para mí
Y es por eso que muero.
Esa sensación de no saber,
De no querer ni pertenecer
Me quitó el sosiego y
El apetito.
¿Quién descifra pues,
Lo invisible que me aqueja?
Pues poco a poco me he convertido
En un muerto.
¿Acaso el mundo de los vivos
Está lleno de gente así?
Pues si es así,
Mejor me voy a la luna.
Vayámonos juntos... A la luna.
El caos del amor; Los laureles ocultos
Hive Open Mic Week 52 Venezuela - José Luis Armenteros (Cover)
Imágenes y contenido original.
Cantaura, Venezuela 12/04/2021.