Calor de hogar en el Semiárido Torrense
Saludos a todos los miembros de esta maravillosa comunidad.
Con mucho amor por mi hermosa Venezuela, les comparto este video hecho desde el corazón y la profunda admiración por mi tierra natal.
Quise expresar mi profunda admiración por mi tierra natal, ese semiárido torrense, rinconcito venezolano que a mí regreso me abraza con la fuerza de su sol y calienta con ternura mi corazón, haciéndome sentir el calor del hogar que tanto amo.
Desde mi amor, hoy la describo con una palabra: Esperanza, esa que se refleja en su tierra tan árida y fértil al mismo tiempo, en ella se perciben las más tiernas plántulas de vera, uveda, cují, cachimbo, cactus y tantas otras que son el resultado de unos días de lluvias, agua bendita y mágica que baña las cerranías, los valles, se pasea por los correntías y se poza en sus entrañas como reserva para tantas plantas que resisten en verano y al calentamiento global, aquellos árboles que se han salvado de los hachadores codiciosos que convierten vida en carbón, madera fuerte y noble en dióxido de carbono.
En esos frágiles retoños está la esperanza de que nuestro semiárido se recupere de tanto daño, en ellos veo cada árbol de nuestra madre Tierra y la necesidad de vivir en consciencia para cuidarla y protegerla desde nuestro hacer cotidiano.
En esta tierra hermosa no todo es verdor, también me enamoro del amarillo del cachimbo florecido y de la blanca flor del caudero, su olor y el sonido de las abejas me pasea por 35 años de vida mirando ese árbol en casa.
Me quedo esperanzada mirando y admirando la última florecilla del Yabo que se mece sutilmente en una rama.
Antes de partir, guardo en mi corazón ese crepúsculo hermoso que me invita a la quietud, me llena de paz y de la más profunda gratitud por sentir en cada latido de mi corazón ese rinconcito venezolano.
Edición de Video: Capcut
Diseño Imágen: Canva
Traductor utilizado: DeepL.com
English Version
Warmth of home in the Torrense Semi-Arid
Greetings to all the members of this wonderful community.
With much love for my beautiful Venezuela, I share with you this video made from the heart and deep admiration for my homeland.
I wanted to express my deep admiration for my homeland, that semi-arid Torrense, Venezuelan corner that on my return embraces me with the strength of its sun and tenderly warms my heart, making me feel the warmth of the home I love so much.
From my love, today I describe it with one word: Hope that which is reflected in its land so arid and fertile at the same time, in it you can perceive the most tender seedlings of truth, uvedas, cujies, cachimbos, cactus and so many others that are the result of a few days of rain, blessed and magical water that bathes the hills, the valleys, it wanders through the streams and pools in its entrails as a reserve for so many trees that resist in summer and global warming, those trees that have been saved from the greedy axemen that turn life into charcoal, strong and noble wood into carbon dioxide.
In those fragile offshoots is the hope that our semi-arid region will recover from so much damage, in them I see every tree of our mother Earth and the need to live in consciousness to take care of her and protect her from our daily actions.
In this beautiful land not everything is greenery, I also fall in love with the yellow of the flowering cachimbo and the white flower of the caudero, its smell and the sound of the bees takes me through 35 years of life looking at that tree at home.
I remain hopeful looking and admiring the last little flower of the Yabo that subtly sways on a branch.
Before leaving, I keep in my heart that beautiful twilight that invites me to stillness, fills me with peace and the deepest gratitude for feeling in every beat of my heart that little Venezuelan corner.
Video editing: Capcut
Image design: Canva
Translated with DeepL.com
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