Vivimos bombardeados de tentaciones por todos lados, muchas de los cuales terminan por influenciar nuestras decisiones. De manera consciente o inconsciente, constantemente somos víctimas del FOMO (fear of missing out), nos vemos atrapados en esa maraña de emociones que nos impulsa a hacer cosas no planificadas, sencillamente porque no queremos quedarnos por fuera o perdernos eso que a todos tanto atrae. No obstante, las emociones no controladas casi siempre son perjudiciales para nuestra salud financiera.
Ayer, el séptimo arte robó la atención de millones de personas alrededor del mundo, pues finalmente fue el estreno de las dos producciones cinematográficas más esperadas del año: Barbie y Oppenheimer. Este estreno despertó el interés entre fanáticos y no fanáticos. La campaña de marketing fue tan brutal que generó un FOMO colectivo, al punto que quienes nunca habían sentido atracción por la ciencia o la historia quisieron ir a ver Oppenheimer. O los que nunca gustaron del mundo mágico de la muñeca más famosa de Mattel se vistieron de rosa para ir a ver Barbie.
¿Emoción por la experiencia cinematográfica o urgencia por unirnos a la conversación y estar al día con la tendencia?
! [ENGLISH VERSION]
We live bombarded by temptations on all sides, many of which end up influencing our decisions. Consciously or unconsciously, we are constantly victims of FOMO (fear of missing out), and we find ourselves entangled in that web of emotions that drives us to do unplanned things simply because we don't want to miss out or be left out of something that attracts everyone. However, uncontrolled emotions almost always harm our financial well-being.
Yesterday, the seventh art attracted the attention of millions of people around the world, as it was finally the premiere of the two most eagerly awaited cinematic productions of the year: Barbie and Oppenheimer. This premiere sparked interest among fans and non-fans alike. The marketing campaign was so intense that it generated a collective FOMO, to the point that those who had never been drawn to science or history wanted to go see Oppenheimer. Or those who had never been fond of the magical world of Mattel's most famous doll donned pink to go see Barbie.
Is it the excitement of the cinematic experience or the urgency to join the conversation and stay up to date with the trend?
Antes de que mis palabras puedan ser tergiversadas o malinterpretadas, quiero dejar claro que apoyo absolutamente el concepto de diversión, esparcimiento, entretenimiento, e incluso el momento de cultura que todos merecemos en pro de una mente sana y libre de estrés. Sin embargo, cuando las finanzas personales se desestabilizan producto de gastos no planificados o de los llamados "gastos hormigas", eso conspira en peor medida contra la tan anhelada paz interior.
Me explico, en medio de la emoción o del FOMO, es vital recordar que cada gasto, por más pequeño que parezca, puede impactar significativamente nuestras finanzas. De hecho, los "gastos hormigas" suelen ser los más dañinos, aunque parezcan inofensivos. Son esos gastos pequeñitos que pueden no parecer relevantes, pero que en conjunto son lo suficientemente representativos como para mermar nuestro presupuesto y, por ende, afectar nuestras metas financieras a largo plazo.
Insisto, y quiero que quede muy claro, los momentos de ocio son necesarios para despejar la mente y procurar el bienestar emocional. Sin embargo, es imperioso que exista un sano y justo equilibrio entre nuestros gastos e ingresos, entre lo que queremos y lo que podemos. Si cedemos desmedidamente al FOMO y al YOLO (you only live once) y nos dejamos atrapar por todas las tendencias, podemos quedar atrapados en algo aun peor, como el círculo pernicioso de las deudas y los problemas financieros.
! [ENGLISH VERSION]
Before my words can be misunderstood or misinterpreted, I want to make it clear that I absolutely support the concept of fun, leisure, entertainment, and even the moment of culture that we all deserve for a healthy and stress-free mind. However, when personal finances are destabilized as a result of unplanned expenses or the so-called "ant expenses", it conspires even more against the longed-for inner peace.
Let me explain, amidst the excitement or FOMO, it is crucial to remember that every expense, no matter how seemingly insignificant, can significantly impact our finances. In fact, "ant expenses" are often the most harmful, even though they may seem harmless. These tiny expenses may not appear relevant individually, but collectively, they can be significant enough to erode our budget and, consequently, affect our long-term financial goals.
I insist, and I want to be very clear, leisure moments are necessary to clear the mind and pursue emotional well-being. However, it is imperative that there is a healthy and fair balance between our expenses and income, between what we want and what we can afford. If we give in too much to FOMO and YOLO (you only live once) and let ourselves be trapped by all the trends, we can get trapped in something even worse, such as the pernicious circle of debts and financial problems.
Permítanme ejemplificar lo anterior. Hace pocos días leí a algunas personas lamentarse por su situación financiera producto de la crisis económica del país, expresando abiertamente lo cuesta arriba que se les hace hacer frente a sus compromisos, pagar las cuentas, etc. Soy consciente de la realidad que atraviesa Venezuela, no la olvido ni por un segundo, así que puedo entender perfectamente lo que han expresado. Paradójicamente, ayer algunos de ellos cedieron a la presión social o a la tentación, y fueron al cine.
No soy quien para juzgar si esa fue una buena o mala decisión, es bien sabido que las finanzas personales son más personales que financieras. Sin embargo, ese tipo de decisiones puede tener consecuencias que agudicen sus preocupaciones y aprietos económicos. Si bien es comprensible querer disfrutar momentos especiales, también es importante cultivar una conciencia financiera sólida. El gran reto está en aprender a tomar decisiones informadas y equilibradas que nos permitan darnos ciertos gustos sin comprometer nuestra estabilidad económica.
¿Debemos privarnos de los gustos o de aquello que nos satisface?
No, lo que debemos es planificar ese tipo de gastos. Presupuestarlos, destinando una parte de nuestros ahorros a una partida para tal fin, es fundamental. Todo lo que esté conforme al plan financiero está bajo nuestro control. Lo anterior va de la mano con aprender a decir ¡no! a los gastos superfluos o no planificados.
Las emociones producto del FOMO y la ansiedad pueden ser un cóctel muy peligroso para nuestras finanzas si no estamos del todo atentos con nuestras decisiones, o si no estamos realmente comprometidos con procurar lograr la estabilidad financiera en nuestras vidas. Finalmente, todo se resume en el justo y sano equilibrio de nuestras decisiones apelando al sentido común, por mucho que este sea el menos común de los sentidos.
! [ENGLISH VERSION]
Allow me to exemplify the above. A few days ago, I read some people lamenting their financial situation due to the country's economic crisis, openly expressing how difficult it is for them to cope with their commitments, pay bills, etc. I am aware of the reality that Venezuela is going through, and I do not forget it for a second, so I can perfectly understand what they have expressed. Paradoxically, some of them succumbed to social pressure or temptation and went to the movies yesterday.
I am not one to judge whether that was a good or bad decision; it is well known that personal finances are more personal than financial. However, such decisions can have consequences that exacerbate their concerns and economic hardships. While it is understandable to want to enjoy special moments, it is also important to cultivate a solid financial consciousness. The great challenge lies in learning to make informed and balanced decisions that allow us to indulge ourselves without compromising our financial stability.
Should we deprive ourselves of pleasures or things that satisfy us?
No, what we should do is plan for such expenses. Budgeting them, and allocating a portion of our savings to such purposes is essential. Everything that aligns with the financial plan is under our control. The aforementioned goes hand in hand with learning to say no to impulsive or unplanned expenses.
The emotions stemming from FOMO and anxiety can be a very dangerous combination for our finances if we are not fully attentive to our decisions or if we are not truly committed to achieving financial stability in our lives. Ultimately, everything boils down to the just and healthy balance of our decisions, appealing to common sense, even if it may be the least common of the senses.
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