Esta generación, la actual, se niega a pensar en la vejez. Sin embargo, envejecer es inevitable y, en realidad, llegar a la edad dorada debería ser visto como un gran bendición. Vivimos tiempos difíciles ¡Vaya hazaña estar vivos en estos días!
Lejos de causar preocupación o angustia, esta etapa de la vida debería ser de alegrías y agradecimiento. Finalmente, habrá llegado el momento de la retirada, de jubilarnos, de recorrer el mundo en moto o a bordo de crucero, o quizás mudarnos a una acogedora casita de campo en la que nuestros nietos anhelen pasar sus vacaciones. Es el momento que tanto hemos esperado para liberar los sueños que quedaron en pausa durante años, esperando ese merecido "tiempo libre".
Sin embargo, para que esta etapa sea realmente placentera, necesitamos contar con una base financiera sólida, producto de los años de arduo trabajo. Necesitamos un colchón financiero que nos garantice una calidad de vida digna, en la que no seamos una carga para nuestros hijos, o un estorbo para alguien más. Puede sonar crudo, pero es la verdad: “el pescado huele mal a los pocos días”. Alguien me dijo alguna vez que si llegar a viejos ya era jodido, llegar limpios (sin dinero) era aún peor.
Viejos sí, pero achacosos y molestos, no. Y si nos toca ser achacosos en la vejez, al menos deberíamos procurar que eso no sea un problema para nadie más. De allí la importancia de empezar temprano el plan financiero de jubilación. No una jubilación dada por el estado con una pensión miserable que apenas alcance para comer, no, una jubilación digna orquestada y planificada en base a nuestras necesidades. Por supuesto, esto implica ahorro, control de gastos y, de manera inteligente, inversión diversificada.
! [ENGLISH VERSION]
This generation, the current one, refuses to think about old age. However, growing old is inevitable and, in fact, reaching the golden age should be considered a great blessing. We live in difficult times - what a feat it is to be alive today!
Far from causing worry or anguish, this stage of life should be a cause for joy and gratitude. The time has finally come to retire, to travel the world by motorcycle or cruise ship, or perhaps to move to a cozy country house where our grandchildren are eagerly awaiting their vacations. It's the moment we've been waiting for to unleash the dreams that were put on hold for years, awaiting that well-deserved 'free time.'
However, for this stage to be truly enjoyable, we need to have a solid financial base, the result of years of hard work. We need a financial cushion that guarantees us a decent quality of life, where we are not a burden to our children or a hindrance to anyone. It may sound harsh, but it is the truth: "The fish starts to smell bad after a few days". Someone once told me that if getting old was tough, arriving there without money was even worse.
Old, yes, but frail and troublesome, no. And if old age comes with ailments, we should at least ensure that it's not a problem for anyone else. Hence, the importance of starting early with retirement financial planning. Not a retirement provided by the state with a meager pension that barely covers our meals—no, a dignified retirement managed and planned based on our needs. Of course, this involves saving, expense control, and smart diversification of investments.
En mi caso, tengo 41 años, y creo que es el momento adecuado para comenzar; de hecho, tal vez voy tarde. Cuanto antes comencemos, menor será la carga financiera de cara al presupuesto futuro que nos permitirá ser abuelos muy cool.
Hay muchas cosas en las que debemos pensar ahora que tenemos tiempo: ahorrar en función del estilo de vida que queremos cuando ya no seamos productivos ni generemos ingresos, asegurarnos de que podemos cubrir cualquier eventualidad con un seguro y un fondo de emergencia, hacer que nuestro dinero trabaje para nosotros y siga generando ganancias incluso cuando ya no podamos trabajar, invertir en fondos de jubilación y otros activos financieros, y por qué no, también en Bitcoin. ¡Vamos! pertenecemos a la era de la disrupción financiera y tecnológica, y debemos tener una visión de futuro para no convertirnos en abuelos obsoletos y aburridos.
Todo esto amerita cultura financiera. En pocas palabras, educarnos. La educación financiera, como cualquier forma de conocimiento, es poder. Y ese conocimiento nos abrirá las puertas a un mundo de posibilidades, donde descubriremos las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas conforme a nuestras metas y objetivos. Al hacerlo, nos aseguraremos una vejez digna y feliz.
! [ENGLISH VERSION]
In my case, I'm 41 years old, and I think it's the right time to start; in fact, maybe I'm late. The sooner we begin, the lighter the financial burden will be on our future budget, allowing us to be really cool grandparents.
There are many things we should consider now that we have the time: saving for the lifestyle we want to live when we are no longer productive or generating income, making sure we can cover any contingencies with insurance and an emergency fund, making our money work for us and continue to generate profits even when we can no longer work, investing in retirement funds and other financial assets and, why not, also in Bitcoin. Let's go. We belong to an era of financial and technological disruption, and we must be forward-looking to avoid becoming obsolete and boring grandparents.
All of this requires financial literacy. In short, educating ourselves. Financial education, like any form of knowledge, is power. And that knowledge will open doors to a world of possibilities, where we will discover the necessary tools to make informed decisions in line with our goals and objectives. By doing so, we will ensure a dignified and happy old age."
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