Tales of a fallen / Relatos de un caído

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Sitting at the side of what was a road an older man contemplated melancholy, one of so many abandoned cities. He closing his eyes he could still for a moment feel her vibrate with all that life and bustle. But now it was just the rubble of a rebellious past that refused to go away.

Do you miss them a lot? Although he did not need to turn around to know who was speaking to him, he turned to face the young woman letting out a weak smile.

What were humans like? You lived among them.

There were noble souls, he answered softly, capable of great things, unfortunately they were the fewest. I'll tell you how he told them, with a parable. The young woman sat next to that man, he paused and began:

A rich man had two children, when the time comes he calls them before him, and shows the eldest all his business and talks about his fortune, makes him a promise that when he dies -he tells him- all this will be yours . He advises the minor about his business life and gives him his blessing.

With the promise made and his life resolved, the eldest son sets about wandering around and partying.

The youngest son, who admired his father, worked very hard and with a lot of effort and even with some failures, he started his own business.

When the father died, to the surprise of the eldest son, all the wealth went to the hands of the youngest son, the eldest son cursed and denied everything and everyone. Sinking into all her vices and his resentment.

That's how humans were. They became so intoxicated with the promise given, believing that they deserved it all without trying at all that in the end, they lost everything.

Thanks for stopping by and letting me share a moment with you. Health and blessings.

Translated with google translator.

Sentado a un lado de lo que fuera un camino un hombre mayor contemplaba melancólico, una de tantas ciudades abandonadas. Cerrando los ojos aún podía por un momento sentirla vibrar con toda esa vida y bullicio. Pero ahora solo era los escombros de un pasado rebelde que se negaba a desaparecer.

¿Los extrañas mucho?, -aunque no necesitaba volverse para saber quien le hablaba-, se volvió para encarar a la joven dejando salir una débil sonrisa.

¿Cómo eran los humanos? Viviste entre ellos.

Había almas nobles -respondió con suavidad- capaces de grandes cosas, por desgracia eran los menos. Te contaré como les contaba a ellos, con una parábola. La joven se sentó junto a aquel hombre, este hizo una pausa y comenzó:

Un hombre rico tenía dos hijos, llegado el tiempo los llama ante si, y al mayor le muestra todo sus negocios y le habla de su fortuna, le hace la promesa de que al morir -le dice- todo esto será tuyo. Al menor le aconseja sobre la vida los negocios y le da su bendición.

Con la promesa hecha y la vida resuelta, el hijo mayor se dedica a vagar y a vivir de fiestas.


El hijo menor, que admiraba a su padre, trabajo muy duro y con mucho esfuerzo y aun con algunos fracasos empezó sus propios negocios.

Al morir el padre, para sorpresa del mayor, toda la riqueza fue a parar a manos del hijo menor, el hijo mayor maldecía y renegaba de todo y todos. Hundiéndose en todos sus vicios y su rencor.

Así eran los humanos. Se embriagaron tanto con la promesa dada, creyendo que lo merecían todo sin esforzarse en nada que al final, lo perdieron todo.

Gracias por detenerse y dejarme compartir un momento con ustedes. Salud y bendiciones.

Traducido con google traductor.

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