Azul de lejanía.
Siempre doña Isabel -una escritora
de versos- en sus versos me decía
que existía un azul de lejanía
en el cielo en resplandeciente hora.
También con escritura seductora
Cruz Salmerón Acosta refería
lo que el azul a su alma transmitía
desde una cumbre que con sol se dora.
Desde entonces poeta siempre he sido
que le gusta el azul para sus númenes
y tienen en mi pecho los alojos.
Pero también bastante yo he sufrido
al recibir los más tristes resúmenes
del azul negativo de tus ojos.