Buenos días.
¿Coincidencia o conciencia en acción? Ayer hablaba con un amigo acerca del manejo de su negocio en crisis y posibilidad última de trabajar bajo dependencia. Asalariado, Luego leo la publicación del Sr.@fermionico, donde promete una futura muy interesante colaboración con otro publicador de análisis estadísticos financieros, el Sr. @uncubanomas y me detuve a reflexionar para adentrarme en el manejo personal del trabajo, las finanzas y #HIVE dentro del conjunto personal propio.
Por cierto que recomiendo seguir y leer a los mencionados autores.
Oficialmente jubilado, continuo trabajando en mi emprendimiento familiar, iniciado hace 9 años, que en su momento fue sostén de la economía familiar, junto a otro liderado por mi esposa y socia de vida y nuestros hijos.
Siguiendo un buen consejo, nunca desechamos una actividad que nos generara ingresos o beneficios de otra especie, y así fuimos coleccionando actividades productivas, incluida en ocasiones el trabajar un tiempo a cambio de un salario.
En mi opinión, la diferencia entre el dueño y el esclavo es la actitud. El asalariado, que no evalúa si recibe un pago acorde a su aporte, se puede considerar un esclavo, simplemente acepta lo que le dan sin negociar. El que trabaja por cuenta propia disfruta de libertad, pero estará sometido a los dictados del mercado y la competencia, por lo que tiene por delante una lucha que hacer, que marque la diferencia y lo coloque en una posición de preferencia en que sus clientes paguen el precio exigido por él, sin importar cuantos ofrezcan algo parecido o similar.
El secreto del éxito, es ser único. Un creador.
Medio siglo de vida laboral, iniciada como aprendiz, luego empleado, trabajador independiente, microempresario, otra vez empleado, freelance, comisionista y emprendedor. He conocido altos y bajos, golpes y fracasos. Algunas trampas muy bien diseñadas del sistema para hacerte trabajar para otro y el doble, pagándote menos de la mitad.
Dice un refrán; que para aprender hay que caer. Y aprender pronto, hacer cuentas y tener valor para cuando es preciso decir al jefe: Vete al carajo.
Simplificando, hay dos opciones: No necesitar nada y eres libre o hacerse del capital suficiente para cubrir las necesidades y tener la libertad de hacer solo tu voluntad.
Por el momento, yo vivo un equilibrio en que me adapto a cubrir mis necesidades sin perder libertad, aunque no pueda cumplir todos mis deseos. Cuando alcance el éxito total, en que ya no pregunto el precio, es posible que mis deseos sean muy distintos a los de ahora.
En cuanto a la Colmena #Hive, les bastará mirar mi billetera, para darse cuenta de que soy un pececito, que alguna vez formo parte un selecto cardumen en la era Steemit, de la que guardo gratos recuerdos, amistades y relaciones muy apreciadas. Ahora nada en libertad, tratando de mejorar, sin presiones, salvo las autoimpuestas.
Una es completar el año publicando todos los días sin interrupción, por lo que a veces me preocupa las fallas del servicio, y en los próximos días las festividades navideñas y las reuniones familiares, que de seguro serán una alteración en la cotidiana rutina, que tiene sus ventajas, al tiempo que es una dictadura.
Decía un sabio que los hábitos son nuestros amos, que por lo tanto, cultivemos buenos hábitos. Gran verdad, por experiencia sé lo que cuesta liberarse de un mal habito. Pero alcanzada la libertad, no conservaré ninguno.
Solamente aquellos que sirvan a mis propósitos, solamente esos.
FuenteCartel de la película La cabaña del tio Tom de 1927
Seleccione este cartel como ilustración para este post, por su relación con el título, aunque en la actualidad la esclavitud toma diversas formas, algunas terribles. Todas resultado de las acciones humanas depredadoras de su propia especie.
Una mirada interesante al tema pueden ser los escritos de Nietzsche o al relato bíblico de Jose, hijo de Jacob, vendido como esclavo por sus hermanos, alcanzo un lugar principal en aquel imperio.
Ya está fallando la señal del Internet, así que me despido con la imagen de la abejita que me recuerda que solo faltan 4 meses para alcanzar ese objetivo, que viene a demostrar que la inspiración puede ser un don de las musas o se puede cultivar.
Que su día sea fructífero logren las recompensas esperadas, y
Hasta mañana.