No sé por qué me miras,
si bien sabes que soy de alguien.
Lo haces porque tú mirada hechiza,
tu mirada arrastra, encadena,
es un abismo y es el cielo,
todo y nada; es infierno y paraíso.
Hay flores que enamoran,
pero su polen alergiza,
así tu mirada escurridiza
a mi corazón y mi alma desmoronan.
Si quererte lo necesito,
destrozarme es mi pago,
el precio es astronómico pero,
mi voluntad hace rato la extravié,
en el turquesa impávido,
de tu mirada demoledora.
Y al saber que tu mirada desarma,
desbarata, avasalla, arrodilla,
me prometí no ceder a su capricho,
pero ¿cómo se le pide al cancerbero,
que me deje entrar para volver a salir?
Cancerbero no es flexible,
ni tu mirada accesible,
sin pagar el alto precio,
de vaciar tu vida por un despecho.
Ángel de la guarda, dulce compañía,
no me desampares de noche ni de día,
porque con ella me perdería.
de noche y de día,
y su mirada me mata todavía.
Las fotos son de mi autoría, tomadas con mi móvil celular.
Los separadores, por cortesía de: @betavirosis/14-separadores-personalizados-para-tus-posts-descarga-gratuita