Greetings dear readers, today I give life and love to my blog, introducing myself in one of those days where I was wrapped in a hint of melancholy that had not knocked on my door for a while, but with just a cup of mocha coffee and a snack, my soul returned to my body.
Today I woke up looking at my life history and from it the achievements and the time invested in activities, some that have caused me well-being and also other displeasures. The vacation factor that I am going through at the moment, makes me reflect on how I want to be in the coming years, answering me: Obviously healthy and happy!.
That desire is my ideal, accompanied by other things that I do not have, being this a little bit the reason of my current discouragement: New job, new work environment, new motivations to do what I like and through that to perceive a sustainable income, with which I can live modestly and comfortably!
I don't know how many times I have thought of saying in my job, I've come this far, I'm leaving!... but it has been difficult for me to assume it, and even more when I don't have a secure other context from which I can sustain myself to live. That has been a ruminating idea that has been wandering in my mind and heart for a long time, and today was one of those days where it manifested itself more strongly when I checked my calendar and noticed that soon I will have to return to my work routine.
On this day with this process of reflection, before going to a workshop, I entered a shopping mall, and pleasantly I found one of the coffee franchises that I visited a few months ago.
As it is a cozy atmosphere with a warm service, I decided to accompany my melancholy with a coffee... Wow! nothing better than an afternoon of intimate contact with oneself, drinking a good Moca coffee.
And to make the moment more pleasant, I ordered a golfeado with cheese, a delicacy and a hot drink that were my perfect companions to comfort me. There while I consumed my appetizer, perceiving the flavors and aroma, I had a moment of lucidity, and I remembered that I have not really been a mummy waiting for a new bandage, for a long time I have been mobilizing with all my being giving strength to that labor energy for change.
I evaluated if what I have done has been assertive, and despite the fact that the impostor syndrome sabotages me, I congratulate myself because I have done my own thing. In front of my coffee I was looking at the positive of my stealthy actions, which obviously the results are not immediate, hence my discouragement.
However, breathing and enjoying my snack, a comforting thought dawned on me: Everything has its perfect time and place, what will be for me will be in its right measure!. So it was that my Mocha Coffee along with this snack were on hand as my perfect emotional harmonizers on this day.
![SPANISH VERSION]
Saludos apreciados lectores hoy doy vida y amor a mi blog, presentándome en unos de esos días donde me vi envuelta en un dejo de melancolía que hace rato no tocaba mi puerta, pero que con solo una taza de café moca y un aperitivo, me volvió el alma al cuerpo.
Hoy desperté mirando mi historia de vida y de ella los logros y el tiempo invertido en actividades, unas que me han causado bienestar y también otros desagrados. El factor vacacional por el que tránsito en este momento, me hace reflexionar, sobre como deseo estar en los próximos años, respondiéndome: ¡Obvio que saludable y feliz!Ese deseo es mi ideal, acompañado de otras cosas que no poseo, siendo esto un poco el motivo de mi actual desaliento: ¡nuevo trabajo, nuevo ambiente laboral, nuevas motivaciones para hacer lo que me gusta y a través de eso percibir un ingreso sostenible, con el que pueda vivir modesta y cómodamente!
¡No sé cuántas veces he pensado decir en mi trabajo, hasta aquí llegué, me voy!... pero eso me ha resultado complicado asumirlo, y más cuando no tengo seguro ese otro contexto del que puedo sustentarme para vivir. Eso ha sido una rumiante idea que ha estado divagando en mi mente y corazón desde hace tiempo, y hoy fue uno de esos días donde se manifestó con más fuerza cuando revisé mi calendario y observé que pronto me tocará reincorporarme a mi rutina laboral.
Es así como en este día con ese proceso de reflexión, ante de irme a un taller, entre en un centro comercial, y gratamente me encontré con una de las franquicias de café que visité hace unos meses.
Por ser un ambiente acogendor con una calida atención, allí decidí acompañar mi melancolía con un café… ¡Wow! nada mejor que en una tarde de contacto íntimo con uno mismo, tomándose un buen café Moca.
Y para hacer el momento más placentero, pedí un golfeado con queso, un manjar y una bebida caliente que fueron mis acompañantes perfectos para consolarme. Allí mientras consumía mi aperitivo, percibiendo los sabores y aroma, tuve un momento de lucidez, y recordé que realmente no he sido una momia en espera de un nuevo vendaje, desde hace rato vengo movilizando con todo mi ser dandole fuerza a esa energía laboral para el cambio.
Fui evaluando si lo que he hecho ha sido asertivo, y a pesar de que el síndrome del impostor me sabotea, me felicito porque si he hecho lo propio. Frente a mi café fui mirando lo positivo de mis sigilosas acciones, que obviamente los resultados no son de inmediatos, por eso mi desaliento.
Sin embargo, respirando y disfrutando mi merienda, se me develó un pensamiento reconfortante: ¡Todo tiene su tiempo y lugar perfecto, lo que será para mi será en su justa medida!. Así fue que mi café moca junto a este apertivo estuvieron a la orden como mis perfectos armonizadores emocional en este día.