Me encuentro bien pero en cierta forma volvía a evitar regresar aquí. Me debato interiormente y es porque no acepto algo de mi. Lo peor es que sé de sobra que el paso previo para intentar modificar algo que no me gusta de mi mismo es aceptarlo y asumirlo como propio.
Soy afortunado. Estoy contento pero tal vez no completo.
Existe una nube sobre mi que en ocasiones me da sombra. Esta nube tiene nombre y vive a 40 pasos de mi. Algunos días he mantenido conversaciones con Asunta y lo reconozco, me hace dudar en algunos momentos. Tengo claro lo que ocurrió la última vez, su circunstancia y el círculo vicioso del que no puede salir.
Anoche hablamos varias horas, no está en un buen momento y ese momento, en el que ella se encuentra, ya lo recorrí yo hace algún tiempo. Se ha sorprendido de que supiese exactamente incluso lo que pensaba. Tanto es así que me terminó dando las gracias por la "terapia" gratuita.
En esa conversación salió el miedo a la soledad, el que yo sentía y el que, sin duda para mi, ella siente. También la sensación de fracaso por lo ocurrido con nuestras exparejas. La he repetido que una relación es cosa de dos y responsabilidad de ambos aunque yo estaría mintiendo si dijese que no sufrí esa sensación. Probablemente se deba por no lograr mantener esa idea de la familia que se nos ha inoculado siempre.
La realidad es que siempre he pensado que tenemos algo pendiente y me digo a mi mismo que eso no es posible mientras ella no soluciones su situación. Este pensamiento me lleva a otro lugar que no es agradable. ¿En qué lugar deja esto a Ámbar?.
Estoy muy bien con ella, no siento que me haya enamorado pero sí que vamos profundizando en nuestra conexión. No busco enamorarme pero no estoy cerrado a ello. Por otro lado no me veo con Asunta pero continuo con el pensamiento de que ambos seremos muy importantes en la vida del otro.
A día de hoy no tiene que ser como pareja pero estaría mintiendo si dijese que no me gusta, eso es lo que me niego a reconocer. No es que me lo esconda pero es algo que no se puedo dar, el último capítulo continua presente para mi. Además quiero continuar avanzando con Ámbar. Como he dicho no es opción.
En fin Asunta tiene mucho trabajo por delante y yo también. Esto me recuerda una conversación que mantuve con mi hermana en la que en pocas palabras me recordaba que todavía tenía que perdonarme. Puede que tenga mucha más razón de la que le di ese día.
En otro orden de cosas parece que “el amor” está teniendo problemas en casa de Ágara, no me alegro pero sí me reafirma. Puede que ese estado anímico que ella pueda estar pasando por dicha situación me la muestre al “esconderse” de mi. Fueron las niñas las que me lo dijeron, al parecer este fin de semana no han compartido vivienda.
Hace ya semanas que me llegaban cosas que no me terminaban de encajar dentro de la rutina habitual de las niñas, ahora las puedo entender mejor. Puede que sea algo puntual y lo logren solucionar. No es mi vida pero espero que encuentren la mejor solución para todos.
Se lo dije a mi hermana anoche, según se durmieron las niñas. Como poco ambos esperamos que las niñas queden al margen de la situación. Para Alicia y para mi ella no respetó los tiempos al comienzo, tal vez ahora no le quede más remedio.
No negaré que le hemos dedicado otras palabras por situaciones diferentes. Mi hermana me recordó su sueño en el que ella regresaba embarazada y pidiendo perdón. Eso no se dará, Ágara es muy orgullosa, esto en el caso de que se plantease siquiera hablar conmigo, y yo tengo muy claro donde no regresaré.
Bueno ya me iré enterando, o no, de la evolución de ese asunto.
Regresando a mis dos Marys, me gusta Ámbar, me gusta lo que tengo con ella, la forma en la que lo estamos llevando, nuestras conversaciones, el sexo que mantenemos,… En definitiva, estoy muy bien pero no puedo negar que Asunta también me resulta atractiva.
P.D. Pensaba continuar escribiendo ese día más tarde pero al final no pudo ser.