Un Pedacito de Campo en Medio de la Ciudad...

SIEMPRE HAY MOTIVOS PARA SONREIR

Desde que se inició el distanciamiento social en mi país, en el marco de las medidas de prevención, hace ya unos cuatro meses aproximadamente, mis padres y yo, obedeciendo la normativa hemos permanecido en casa, saliendo sólo cuando es permitido.

Al comienzo cuando debíamos ir de compras, nos íbamos en nuestro vehículo, pero pronto nos quedamos sin combustible y optamos por andar a pie. Casi un mes o mes y medio después, se solventó el problema del combustible y pudimos comprar, pero cuando intentamos encender el vehículo al día siguiente... triste sorpresa... no encendía: la batería se había dañado.

Esto nos desanimó bastante, porque esa semana teníamos flexibilización, y podríamos salir finalemente a visitar a mi abuela paterna, en Otro Estado, a quién no habíamos visto en todo este tiempo. Ella tiene 92 años de edad y exrañaba mucho ver a mi papá.

Sin embargo, no permitimos que el desánimo hiciera presa de nosotros. Comenzamos a pensar en qué posibilidades teníamos.

Justamente un hermano, amigo de mi papá tenía en ese momento su camioneta disponible para comprar gasolina, pro no le tocaba sino hasta la semana siguiente, y él estaba trabajando de guardia nocturna, así que no la utilizaría ese fin de semana. Al conocer el deseo de mi papá de visitar a mi abuela, enseguida le ofreció prestarle la batería para que pudiésemos viajar ese fin de semana.

Eso nos dió muchísimo ánimo. Teníamos la gasolina. Teníamos la batería. Sólo restaba cómo buscarla, porque el hermano vive como media hora en carro desde nuestra casa y por la pandemia, los punto de control no dejaban pasar transporte público. Pues resulto que otro hermano, nos colaboró llevandonos a buscarla. En la vía hasta se le ecalentó el motor y le echó humo, pero no pasó a mayores.

Definitivamente sería un día inolvidable

Mientras muchas personas iban a pie, y le pedían los permisos para pasar, a nosotros no nos pidieron nada, por ir en vehículo particular.

Y como siempre hay motivos para sonreir, sólo debemos tener una buena actitud, y estar preparados para ver esos motivos.

Decidí aprovechar de practicar un poquito con mi cámara Canon. La cual aún conozco poco, pero que siempre es una buena excusa para congelar la belleza de los buenos momentos

Una florecilla por aquí. Otra florecilla por allá...

Un tejido de araña más allá... Toda una explosión de vida en un reducido sector a la entrada de una casa....

¿Y el chaguaramo bebé? pensar que está tan pequeño y hermoso, pero unos cuantos años será gigante y majestuoso, al punto de poder sobrepasar, y hasta tumbar con sus raíces la pequeña casita cuyo frente hoy decora.

La naturaleza con su perfección una gran lección me dió. Porque ella está toda gimiente, con tanta contaminación y problemas virales, pero aún así, sigue adelante. Sigue consiguiendo razones para renacer y regalarnos su esplendorosa belleza, su vida. Para poder sustentar la nuestra.

Así mismo debemos ser nosotros. En medio de la adversidad que pueda presentarse en nuestras vidas, decidir renacer, crecer.

Recordemos que si el grano de trigo solo cuando cae al suelo y muere, es capaz de traer mucho fruto.

Apreciemos la naturaleza, la vida y su belleza, pero sobre todo, las personas que están en ella.

Ese es el secreto de todo.

Finalmente pudimos visitar a mi abuela. Y justo a tiempo, porque al día siguiente , al llegar a Maracay, nos encontramos con la triste noticia de que aumentaron los casos de coronavirus en nuestro Estado y por ello, radicalizarían el aislamiento social aun más. Dios en el momento propicio nos aparejo todo para ir y volver sin contratiempos. Motivos para sonreír... en medio de la adversidad.

Nos leemos en la próxima…

-@leomarisperezm-

Todas las fotos son mías, las tomé o me las tomaron a mí, con mi cámara Canon. Principiantes en acción

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now
Logo
Center