Lo que callé aquella tarde...

Saludos apreciada comunidad, en esta oportunidad deseo compartirles un escrito que he dedicado a una amiga muy querida para mi:

Rosalinda

Era una hermosa tarde de marzo,

cuando pude reecontrarte despues de tanto tiempo.
Tal vez para muchos fuesen años,
pero para nuestra amistad era sólo un momento.

Aún permanecen intactos en mi memoria tantos gratos recuerdos compartidos en la universidad, tantos docentes a los cuales debimos sortear, tantos trabajos y exámenes realizados en unidad.

No nos conocíamos de nada.

Tú eras tan bonita e inteligente,
pero también llena de amabilidad y humanidad.

A mi lado te viniste a sentar

y así, de la nada, surgió esta linda amistad.

Éramos el dúo dinámico, el perfecto complemento.

Tú puntual y estresada, yo impuntual y relajada.

Pero, por no sé que juego del destino,
justamente en todo éramos complementarias.

No había quien al primer intento le pasara a Rocío,

todos con sólo nombrarla temblábamos de frío.

Pero juntas estudiando con ahínco
entre las mejores aprobamos, siempre en equipo.

¿Y la temida Tesis Final?

Contigo, amiga la logramos realizar.
Nota máxima alcanzada.

Juntas nuestra meta de ser Licenciadas alcanzada.

Hacen ya 14 vueltas al sol...
y siempre has estado allí, cercana en la distancia,
distante en la cercanía,
pero siempre aquí, para mí.

Hasta esta tarde...
en que te fuí a despedir... faltaba poco para tu partida...
a otro país te trasladarías,
y yo sin ideas de si te volvería ver,
con una sonrisa, hasta el último momento te apoyé.

Hoy me dices que ese tan sonado flajelo

COVID-19 en cuerpo ha ingresado,

y mi corazón al instante ha temblado.

Sé que estás bien.

Cada día pido a Dios para que así siempre estés.

Sé que de esta saldremos juntas

y cuando el ocaso de nuestras vidas se aproxime,

a nuestros esposos, hijos y nietos contaremos

de esta amistad sincera,

que con la ayuda de Dios trascendió

las barreras del virus, del espacio y del tiempo.

Aquella tarde callé lo mucho que te estimo y que te quiero,

pero esta, ante una amenaza tan certera,
no puedo callar mi voz, ni secar mis lágrimas
sin decirte a tí y a los cuatro vientos

que eres una amiga verdadera

mi hermana del alma,

mi hermana por elección.

A todos los que me leen hoy, un consejo les doy: no dejen de decir a los que aman cuánto los estiman y cuáto los aman. Nunca sabrás hasta cuándo los tendrás. Disfrútalos en tiempo presente, en el aquí y el ahora.

Nos leemos en la próxima…


We will read each other in the next one

-@leomarisperezm-

Todas las fotos son de mi propiedad.

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