Muchas personas tienen cientos de cosas en sus mentes, piensan, reflexionan, hacen planes por miles, pero finalmente terminan por no concretar casi nada, se quedan sólo así, con las cosas en lamente, no dedican el tiempo necesario a lo que deberían, a priorizar y hacer lo que tienen en mente, es ahí cunado decimos que sencillamente no hay mucho que diga de ellos en acción, en hechos concretos, que finalmente es lo que importa.
No podemos dar un juicio por alguien en base a todo lo que dice que quiere hacer, cuando en la realidad no ha hecho nada. Esto de los discursos nos hace pensar en esos políticos que mucho prometen en campaña, antes de ser elegidos, pero cuando transcurre su mandato no cumplen con lo que prometieron, algo así es lo que ocurre con muchas personas.
Creo más en alguien que habla poco y hace mucho, porque es ahí cuando se comprueba la verdad, en lo que es capaz de hacer, porque en la vida real es eso lo que deja huella, no palabras, claro, todo tiene su matiz.
Una palabra puede dejar huella, claro que si, si lo vemos desde el punto sentimental o emocional es claro que hay quienes se pueden afectar positiva o negativamente por algo que le digan, y digamos que eso es una huella, pero no me refiero a eso, me refiero a la capacidad que tiene alguien de convertir sus palabras en acción.
La palabra, es algo que trasciende, lo entiendo, pero más allá de eso debe haber acción, porque sólo hablar no es lo mejor, aunque claro, entiendo que eso es más fácil que tomar acción, porque requiere de menos, tiempo, menos esfuerzos, hay menos resistencias, posiblemente, dependiendo de lo que se diga, por supuesto.
En general, pienso que las personas que sólo se centran en hablar más que en hacer, eso puede generarles cierto nivel de confianza o tranquilidad mental, a pesar de que no pasen a la acción, de alguna manera el decirlo les permite tener algún grado de satisfacción, pero todo queda ahí, eso es pasajero.
Pero cada cabeza es un mundo, muchas personas que piensan menos son las que por lo general llegan a grandes cargos, curiosamente, y terminan, por no ser grandes pensadores, hacer desastres, creo que muchos ejemplos hay de estos seres, que si nos vamos a lo político tendremos ejemplos de sobra, pero no es la finalidad de esta publicación, no má que resaltar la importancia de "hacer", así que hagamos más, hablemos menos.
