Tu larga sombra cubre mi rostro Maria
una vez más no estuve a tu altura...
Ya me siento al fondo del jardín,
descuidado y lleno de polvo
sin más consuelo que esperar a qué den las seis
cuando el sol ilumina tu rostro amado
y tú sombra acaricia mi rostro aventurado.
En vida fuimos marido y mujer
siempre peleando pero sin separarnos.
Siempre te ame a pesar de todo
y ahora estoy detrás de ti lleno de lodo.
Sin mas remedio que esperar el día
que venga a este nacimiento la nieve fría,
que me haga ver por fuera como estoy por dentro.
Lleno de grietas por nuestro extraño encuentro...
Dibujo y poesía
@saulos