Cuando Andrea recibió la noticia de que, conjuntamente con sus obligaciones en el departamento de compras, ahora tendría que apoyar al equipo de calidad, su reacción fue primero de enojo y luego de temor.
Recientemente le habían elevado la renta del pequeño departamento donde vivía, no estaba como para perder el trabajo, pero tampoco estaba de acuerdo en trabajar más y seguir ganando lo mismo. En ocasiones todos nos vemos obligados a aceptar condiciones que no nos agradan.
Apenas había pasado un mes y ya el semblante de Andrea había cambiado por completo. Se le veía siempre estresada. Constantemente se quejaba de dolores de cabeza y de espalda y se molestaba por cualquier cosa.
-Andrea tus compañeros se están quejando de tu mal humor-
-Tengo sobrecarga de trabajo, me tengo que quedar constantemente sin paga de horas extras. No puedo perder el tiempo sonriéndole a todo mundo por sus tonterías-
-Entiendo. Te voy a pedir que pases al departamento de Capital Humano para que te ayuden-
Andrea se arrepintió inmediatamente de su actitud. Le habían comentado que la chica que estaba antes había sido despedida precisamente por problemas de actitud.
-Recursos Humanos no se anda con rodeos, no les sirves, de deshacen de ti sin miramientos-
Pensó tristemente ya algo resignada
-Buenos días licenciado-
-Buenos días Andrea toma asiento por favor-
Andrea miraba las revistas con la cabeza baja mientras su interlocutor acomodaba unos papeles-
-Como te sientes?-
-Bien, me encanta mi trabajo-
-Ya veo. Tienes muy buen desempeño, pero como te sientes tú?-
Un breve silencio dió paso a una serie de quejas que Andrea se venía guardando desde hace tiempo. Si la iban a despedir, al menos tenía que desahogarse.
-La carga de trabajo es mucha, tengo que tener bastante paciencia con los proveedores, comparar cotizaciones, justificar las compras, evaluar a los proveedores, revisar la calidad de la mercancía, medir tiempo de respuesta, llenar reportes, para que encima, me pongan a un lado al muchachito de procesos preguntándome sobre todo lo que hago-
-Muy bien, y que para que crees que sirve lo que el hace-
-Pues me comentaron que es parte de la ISO, pero yo más bien creo que es para poder capacitar a quien me vaya a sustituir. Creo que se quieren deshacer de mi para contratar a alguien con menos paga-
-Entonces, crees que te queremos despedir?-
-Es lo más lógico-
-Yo porque haríamos eso-
-Bueno, ya voy a cumplir los cincuenta y casi siempre ando de mal humor-
-Ok, pero andas de mal humor porque crees que te van a despedir, no es así?
-Mas o menos-
-Mira Andrea, la empresa no discrimina a nadie por razón de edad, género, religión, preferencia política ni nada de eso. Lo que está causando tu estrés es un diálogo interno, algo que tú crees que va a pasar y por consiguiente tu actitud cambió, estás en un círculo vicioso de estrés negativo-
-Estrés negativo? Apoco hay estrés positivo?-
-Por supuesto, si ves esta situación como una oportunidad para mejorar tus habilidades-
-Como cuáles?-
-Si muestras interés, podrías desarrollarte como auditor interno de calidad, por ejemplo-
-Entiendo-
-Y como te sientes ahora?-
-Ya me siento más tranquila. Lo que pasa es que nada más oí Recursos Humanos y me puse toda nerviosa-
-Es Capital Humano Andrea, es otro enfoque. Cuando tengas alguna inquietud no dudes en venir a mi oficina-
-Muchas gracias licenciado Saulos-
A partir de ese momento la actitud de Andrea cambio, su enfoque estaba ahora en ganar habilidades. En solo seis meses logro la certificación como Auditor Interno de calidad y dos años más tarde la de Líder Implementador lo que le permitió obtener la Gerencia de Comunicación y Calidad.
Historia corta y pintura