El día de ayer estaba realmente aburrido y con mucho sueño, pero por alguna razón no podía dormir. Sería como la una de la mañana cuando me pareció que alguien golpeaba el candado de la puerta del pasillo. Eso ya había pasado antes, en esa ocasión me di cuenta de que era un gato por lo que está vez no quise averiguar, lo más probable es que sea el mismo gato que le gusta entretenerse en las madrugadas con mi candado.
Quise prender la luz para dibujar algo, pero en lugar de eso tome una pluma y un pedazo de papel y trate de dibujar algunas narices con la luz apagada y los ojos cerrados. No se que cuentos me conté a mi mismo, el caso es que al fin me dió sueño.
Al otro día mientras me tomaba un café, recordé el ejercicio de dibujo del día anterior. Aprovechando esas líneas hice el dibujo de arriba. Bueno al menos encontré otra forma de encontrar ideas.
Historia corta y pintura