El ser humano es un ser grupal por naturaleza, desde el inicio de nuestra existencia en el planeta, hemos vivido en codependencia de otros, algo que aún en día permanece a pesar de todo el camino evolutivo e histórico que hemos recorrido durante miles de años, es por eso que hablar de SOLEDAD puede ser llamativo, no estamos diseñados para estar solos, sin embargo, es importante crear momentos de soledad para nuestra salud espiritual y mental.

Cuando hablo de momentos de soledad, hablo de tiempo con nosotros mismos sin determinar un tiempo estricto, ni un lugar, ni un ritual, simplemente estar contigo mismo.

¿Qué pasa cuando nos damos esos espacios? en muchos casos nos permite silenciar el ruido de las distracciones, el cual nos distrae de pequeñas cosas muy importantes para el ser humano como lo son la autoevaluación, el enfoque o reenfoque de nuestro camino, conversaciones realmente intimas, y muchas veces revelación de verdades de vida.

Una de las cosas que nos brindan esos momentos de soledad, es la oportunidad de evaluar y medir nuestra paz mental y paz de conciencia, todos sabemos internamente si hemos actuado bien o mal, esa voz nunca calla y en la soledad la oímos claramente, es por eso que mucha gente busca callarla con trabajo, con ruido, con alcohol, con drogas, con cosas que distraigan la mente y el espíritu que nos habla constantemente.

Si quieres saber que tan en paz estás viviendo, busca un momento de soldad, sin ruidos artificiales, sin otras personas, sin trabajo, sin aparatos, camina un rato, ve a un parque, a una playa vacía, apaga todo en la casa y siéntate en un sofá, es una cita contigo mismo y podrás saber la respuesta.

Dejo esta reflexión porque otra lección L-mental que debemos aprender es a estar en paz con nosotros mismos, para poder estar en paz con el Universo.

Si eres feliz y completo en la soledad, lo serás aún más en la compañía de otros.

¿Qué opinas sobre los breves momentos de soledad que deberíamos crear? Deja tu comentario acá para leerte.