TRIBUTO A MIS MÁS GRANDES AMIGOS


ajulia.png

Mi hijo con dos de esos grandes amigos

¿Sí he tenido y tengo amigos? Ha sido una pregunta que me han realizado en varias oportunidades en mi vida. En todas ellas he respondido que sí, que los podría contar con los dedos de la mano, pero que si he tenido y tengo amigos.

Ahora bien, creo que no he sido justa en mi apreciación y dejado por fuera a unos grandes amigos que en los últimos diez años me han acompañado y han hecho mi vida más amena. Ellos se han tomado la responsabilidad de cuidarme, protegerme, acompañarme en los buenos y no tan buenos momentos, ¡Cuán generosos han sido! Siempre dispuestos a compartir su tiempo conmigo, alegrándome la vida, sin un reclamo…

Es por ello que hoy quiero reivindicarme hablándoles un poco de ellos y contribuir con algo a tanta generosidad. Darle honor a quien honor merece. Sean pues estas líneas un tributo para mis más grandes amigos.

Iniciaré mencionando a Boris José, fue el primero que llegó, hoy ya no está físicamente con nosotros. Demostró que el amor se construye y se cultiva. Llegó un buen día a la puerta de casa en unas condiciones deplorables, exigiendo que lo dejara entrar. Bajo mi rotunda negativa, se quedó en la puerta por varios días, ganando indulgencia de los vecinos, quienes abogaron por él. Viendo su determinación, un buen día abrí la puerta de la casa y lo dejé entrar. Las siguientes semanas fueron muy fuertes, luchar con una sarna tenaz, garrapatas y pulgas. Batalla que ganamos. Para el asombro de los vecinos, y mío propio, renació entre tanta piel maltratada un hermoso ejemplar canino, que agradeció con creces que le hayamos dado un hogar. Lamentablemente, cuatro años más tarde fue llamado al cielo perruno, dejando un vacío en medio nuestro y una gran lección: * pese a todas las circunstancias, aun cuando piense que todo ya está perdido, siempre hay una nueva esperanza y todo puede dar un giro favorablemente*. Como ya han escrito varios “rendirse no es una opción”. Boris José, se ganó nuestro amor y respeto.

Tras el vacío dejado por Boris José, llegaron casi al mismo tiempo Kumar, Amatista y Odín. Su llegada a casa fue otra cosa, eran perros de raza, los cuales exigían de cuidado por su pelaje hermoso. Cada uno con una personalidad diferente, alegraron nuestros días. Muy pendientes de nosotros, celosos, fieles, amigables, cariñosos. Así como llegaron, un buen día, uno detrás del otro, en el lapso de un mes, fueron llamados al cielo perruno.

En medio del proceso del duelo, donde me juré no tener más perros, me pidieron que aceptara a Cleopatra, una perra adulta que necesitaba ser reubicada de hogar. Tras serias consideraciones, aceptamos y de igual manera, no dejó en ningún momento de agradecer “con creces” la oportunidad brindada.

Otro amor también llegó a su corazón y, en un descuido nuestro, tuvo un furtivo y brevísimo romance con el perro de la vecina, dejando su consecuencia.


julia b.png

Demostró ser una gran madre. Muy abnegada, abocada a la crianza y cuido de su cachorra.
Un buen día comenzó su salud a desmejorar, tras sentimientos encontrados y muchos esfuerzos para mantenerla saludable, entendí que también debía volar, que no importaba el tiempo compartido, si era mucho o poco, importaba lo grato que había sido. Así, que un día le dije que podía irse, que debía transcender, así que alzó vuelo. Con mucho dolor se le hicieron las exequias correspondientes, sus restos reposan en el panteón canino de casa, conjuntamente con Boris José, Kumar, Amatista y Odin. Solamente sus restos, porque como ya lo decía una película “los perros también van al cielo”. Cleo, como amigablemente la llamábamos, dejó a mi cuidado a Hanza, la cual se ha convertido en una hermosa señorita, inseparable compañera. La que hace mis días de cuarentena más amenos. Siempre posada a mis pies, la que no me deja sola ni siquiera un instante. La que ha mitigado el dolor de tan irreparables pérdidas.


julia c.png

Con todos estos seres, considero que he sido yo la que he tenido más beneficio. Espero gozar por mucho tiempo de la compañía de Hanza. Sin embargo cada día lo disfrutamos al máximo, el tiempo lo hacemos de calidad.

Para concluir, señalo una definición que hace el portal https://www.significados.com/ sobre la amistad: “La amistad es una relación afectiva que se puede establecer entre dos o más individuos, a la cual están asociados valores fundamentales como el amor, la lealtad, la solidaridad, la incondicionalidad, la sinceridad y el compromiso, y que se cultiva con el trato asiduo y el interés recíproco a lo largo del tiempo”.
Entonces, respondiendo a la pregunta al inicio, SI HE TENIDO Y TENGO EXCELENTES AMIGOS, sean entonces estas líneas un TRIBUTO A MIS MÁS GRANDES AMIGOS.

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now
Logo
Center