LOS TRES AMORES DE UN NIÑO
ME GUSTA MÁS LA ESCUELA DESDE QUE ME DIJERON que aquí me contarían la historia en forma de cuento, porque los cuentos, un día se vuelven nuestra única historia. Me lo dijo mi abuelo poco antes de irse; me hizo prometerle que no faltaría nunca a clase, que no dejaría a ningún compañero sin mi amistad y que si conseguía a un maestro inventor de historias para niños, lo amara como a un padre.
Me hizo prometerle otras cosas, pero no se las puedo decir porque son secretas, es que como era mi abuelo yo no quise dejar de prometerle, él tampoco quería irse, hasta que una mañana no lo encontré en su cama, pero como era lunes y yo le había prometido no faltar a la escuela, me vine a clase; quería venir todos los días, pero me dijeron que los fines de semana los maestros descansan. Yo no, los sábados y los domingos voy al circo con mis padres, al parque con mi perro o a la casa de Jeremías, mi mejor amigo.
Para despedirme, quiero contarles el secreto que me reveló mi abuelo, no sin antes prometerle que se lo contaría a mis mejores amigos, y ustedes lo son, porque con ustedes he pasado los mejores juegos de mi vida.
Escucha, José Daniel, me dijo el Abuelo, los animales no son nuestros juguetes, es al contrario, nosotros somos sus mascotas, por eso se abalanzan en nuestros corazones y hacen lo que les provoca con nuestro cariño. Tu perro juega contigo porque te cree su juguete y si tú no estás, se entristece, ladra, llora.
Que un animalito te tenga como mascota es bueno, pero que una planta te haga invertir tiempo en ella, también es genial. A las plantas no tienes que recogerle las cacas, ni curarle las pulgas o las garrapatas; a las plantas le recoges el fruto y ese fruto te sirve de alimento y solo tienes que ponerla a llevar sol y regarla con agua y afecto. También hay una mascota, buena, como los animales y las plantas, que no debes dejar de llevar a la cama, de paseo, de invertirle bastante atención, es el libro.
Si una planta es buena y útil porque te da oxígeno y alimento, un animal lo es porque te enseña a dar amor, a proyectarte en afecto y eso es valioso para cuando crezcas. Un libro, en cambio, te ayuda a mantenerte niño, a viajar por mundos fantásticos y desconocidos, pero además, te enriquece el saber, las palabras; es una escalera para alejarte de la ignorancia y subir hasta la entrada de la sabiduría.
Tres son los amores que debe tener todo niño para que cuando crezca sea un adulto sensible, tierno y lleno de justicia: el amor por los animales, por las plantas y por los libros; y cuando digo amor, me refiero a hacer cosas buenas con ellos. Muchas gracias
Cuando José Daniel terminó de hablar, lo aplaudieron todos en el salón de clase. Era el último que hacía su exposición, y con él, el maestro daba por terminada la jornada del día, no sin antes felicitarlos por la extraordinaria participación que tuvieron todos, en especial la última, que había sido como un broche de oro para despedirse.
─Vayan a casa ─les dijo─ y no olviden alimentar a los libros.
José Daniel llegó a casa, se dio un baño, almorzó y como todavía estaba bajo la emoción de lo que había dicho en clase acerca de su abuelo, se sintió nostálgico, luego recordó lo que dijo su maestro de alimentar a los libros, buscó sus enciclopedias y se encerró en su cuarto.
Luego de las cuatro Jeremías fue a buscarlo para que jugaran, pero no quiso. Regresó a su cuarto, siguió leyendo y se durmió. A las seis los padres estaban en casa. Le preguntaron por Filis y dijo que no sabía, que seguro estaría en el patio. Fue a ver y nada, lo llamó y no respondió, lo buscó por toda la casa y empezó a preocuparse y de allí pasó al desespero. Los padres salieron a preguntar, pero nadie sabía. Jeremías era el único que jugaba en la calle. José Daniel le preguntó por Filis, pero dijo que no había visto nada ni a nadie; misteriosamente había desaparecido.
Este primer capítulo pertenece a mi novela El asombroso circo de míster Merard, una novela juvenil de aventura, que iré compartiendo por esta plataforma.
Las imágenes bajadas de Pixabay fueron editadas en Power Point: perro, cuentacuentos, plantas. Las imágenes de los niños pertenecen a mi autoría, son mis sobrinos; el primero, José Daniel: el segundo, Jeremías; ambas fueron editadas con la aplicación Toonme.com