Les saludo y aprovecho para dejarles otros poemas de los que agrupo bajo el título de Biblioteca.
Recorte de pantalla de la película Ágora (2009), de Alejandro Amenábar
Intermezzo: denme un mapa, por favor…
Lucinda Mendez se perdió una vez. Ella tuvo que ir a devolver unos libros después de que un par de estudiantes de universidad se despidieran y dejaran los textos en la mesa.
Lucinda puso los libros en el carrito y condujo con la intención de llevarlos a la zona que les correspondía. Ella se jactaba de ser la que peor conocía la biblioteca. Me explico, desde el primer día ella tenía el hábito de perderse. Para evitar tal complicación, ella contaba los estantes y sus espacios, se guiaba por algún elemento decorativo. Una vez tuvo que devolver unos mapas que se correspondían a la Latinoamérica de 1810 y tardó horas antes de volver a ser vista. ¿Se imaginan? Desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde que la volvimos a ver.
Ya la cosa era crónica y necesitábamos ayuda con ella. Mauricio Bolza, uno de los veteranos de la biblioteca nos sugirió relegarla a una sola sección del lugar para que así no se perdiera tanto. Todos acordamos hacer eso con ella y en efecto, Lucinda quedó trabajando desde ese momento y hasta su jubilación en la zona de niños.
302 – Interacción social
Hemos fijado una serie de reglas. Las hay de dos tipos: las escritas y las no escritas. Las escritas varían según la edad, el género, la clase social y desde luego, la época.
Más les vale aprenderse de memoria las no escritas puesto que son las más valiosas y siempre estarán ahí, inamovibles. Sabemos que algunos de ustedes jamás las entenderán y es más que probable que reciban mordiscos, puñetazos y humillaciones por romperlas. Pero, qué más les podemos decir? Las reglas están ahí, solo mírenlas.
364 – Criminología
Es increíble que tengamos que sacar la basura de nuevo.