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Entrometidos y metiches por naturaleza

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Es de humanos ser entrometidos, somos curiosos, nos gusta asomarnos en todo, criticar, juzgar sin investigar, dar nuestra opinión, hasta aconsejar según nuestra experiencia, y en la mayoría de los casos sin que nos pregunten.

Somos expertos en meternos en la vida de los demás, lo hacemos a modo inconsciente, incluso bajo el pretexto y en el nombre de la amistad y la confianza que hay con la otra persona.

Por más buena intención que nuestro cerebro insista, lo cierto es que para bien o para mal, cuando intervenimos en asuntos ajenos, que deben resolver los demás y no nosotros, pues no estamos involucrados en el asunto, lo que revela es el hecho de que nos convertimos en aquello que más odiamos, un metiche, un acosador de vida ajena, alguien que será tachado y eliminado de la lista de una apreciada amistad.

Muchos aprendemos la lección después de arruinar varias valiosas amistades, es difícil darse cuenta, percatarse que hacemos daño, pues nuestro espíritu voluntarioso nos dice que estamos es ayudando.

¿Eres de los que das consejos no solicitados?, ¿de los que preguntan asuntos que no es de tu incumbencia?, o ¿insistes en enterarte de la vida privada de los demás para después dar tu punto de vista? Si respondes que si, eres un metiche. No importa si tu intención es buena, acéptalo, eres un metiche y de los buenos.

Pero tranquil@, nos pasa a todos, entre otras cosas bastará con no preguntar sobre lo que no nos compete, esforzarnos por no aconsejar ni opinar cuando no nos lo han pedido y sobre todo, respetar el derecho que tienen los demás a su privacidad y al de cometer errores.

No se olviden de mi, soy Alcides Cádiz, y diariamente comparto diversos tipos de contenidos:

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