Un hombre que puede leer mentes hace lo correcto - Ficción y Arte Digital -- A mindreader doing what's right - Fiction and Digital Art [ESP + ENG]


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Había un joven que había nacido con un don inusual. Podía escuchar los pensamientos de quienes lo rodeaban. No era algo que hubiera descubierto hasta que tenía poco más de veinte años, pero no le había llevado mucho tiempo darse cuenta de que podía permitirle hacer todo tipo de cosas. La mente de otras personas era como un libro abierto para él.

Si bien la mayoría de las personas se contentaban con vivir sus vidas sin tener que pensar en lo que pensaban o en cómo otras personas podrían estar pensando, este joven se encontró incapaz de hacerlo. Y así comenzó a prestar atención. Podría haberse hecho rico, podría haber manipulado a quien quisiera, pero no lo hizo. Quería usar esta habilidad para el bien.

Y luego, un día, después de muchos días, semanas y meses observando y analizando a personas, conoció a alguien más como él, alguien que también escuchaba cosas que nadie debería saber. Esta persona era enfermera en el hospital donde trabajaba. Acababa de regresar a casa a la granja de su familia cuando conoció a este joven, y le contó todo sobre su vida como enfermera.

El joven escuchó atentamente todo lo que ella dijo, pero una vez que terminó de hablar le preguntó si había algo más que ella quisiera decirle. Ella lo miró cuidadosamente antes de responder.

— Sí, dijo. Siempre me he preguntado por qué puedo escuchar tus pensamientos, y sé que puedes escuchar los míos.

— ¿Por qué? él respondió.

Ella le sonrió. — Porque eres como yo, sabes lo que está pasando dentro de mi cabeza, dijo.

El joven parecía confundido.

— Sí, tienes razón, admitió. — Puedo escuchar lo que todo el mundo está pensando, incluso si tratan de ocultarlo. Los dos somos iguales.

Ella lo miró a los ojos por un momento y luego asintió.

— Así es, ella estuvo de acuerdo. — Somos iguales. Puedo ayudarte con el tipo de cosas que haces. Te apoyo, creo que de alguna manera podemos trabajar juntos.

Se sentaron juntos en silencio por unos momentos, cada uno perdido en sus propios pensamientos. Entonces la joven se puso de pie y se alejó de él. Durante el resto de la noche no pudo sacar sus palabras de su mente.

¿Qué quiso decir? ¿Era realmente igual a ella? Se sintió seguro de que debía ser así, porque de lo contrario ella nunca habría dicho tal cosa. Pero, ¿qué significó de todos modos? ¿Sintió lástima por él y sus decisiones? ¿O estaba diciendo que como él no era normal, que él de alguna forma pertenecía a ella? No podía decidir de qué manera ella lo quería decir, por lo que continuó reflexionando sobre la pregunta durante toda la noche.

Sin embargo, cuando se despertó a la mañana siguiente, sabía exactamente lo que ella había querido decir. Pues este joven era un justiciero.

Trataba con delincuentes y le resultaba fácil gracias a su capacidad de lectura mental. Gente que hacía cosas malas. Personas que disfrutaban lastimando a otros. Mujeres, hombres, niños. Todos. No importaba. Trataba con todos ellos, y a veces, incluso los mataba y cuando los mataba, ponía sus cuerpos en algún lugar donde nadie los encontraría. Matar criminales aún puede considerarse un crimen, por lo que siempre toma las medidas adecuadas para evitar cualquier problema con la ley.

There was a young man who had been born with an unusual gift. He could hear the thoughts of those around him. It wasn't something he'd discovered until he was in his early twenties, but it hadn't taken long for him to realize that it could allow him to do all sort of things. Other people's mind were like an open book for him.

While most people were content to live their lives without ever having to think about what they thought or how other people might be thinking, this young man found himself unable to do so. And so he began paying attention. He could have become rich, he could have manipulated anyone he wanted, but he didn't. He wanted to use this ability for good.

And then one day, after many days, weeks, and months observing and analyzing people he met someone else like him, someone who also heard things no one should have known. This person was a nurse at the hospital where she worked. She had just moved back home to her family farm when she met this young man, and she told him all about her life as a nurse.

The young man listened attentively to everything she said, but once she finished talking he asked her if there was anything more she wanted to tell him. She looked at him carefully before answering.

— Yes, she said. — I've always wondered why I can hear your thoughts, and I know you can hear mine.

— Why? he replied.

She smiled at him. — Because you're like me, you know what's going on inside my head, she said.

The young man looked confused.

— Yes, you are right, he admitted. — I can hear what everyone is thinking, even if they try to hide it. We're both the same.

She stared into his eyes for a moment, and then nodded.

— That's right, she agreed. — We are the same. I can help you with the type of things you do. I support you, I think we can somehow work together.

They sat together in silence for a few moments, each lost in their own thoughts. Then the young woman stood up and walked away from him. For the rest of the evening he couldn't get her words out of his mind.

What did she mean? Was he really the same as her? He felt certain that he must be, because otherwise she would never have said such a thing. But what did it mean anyway? Did she feel sorry for him and his decisions? Or was she saying that since he wasn't normal, that he did belong with her? He couldn't decide which way she meant it, and so he continued to ponder the question throughout the night.

When he woke up the next morning, however, he knew exactly what she'd meant. For this young man was a vigilante.

He dealt with criminals and it was easy for him thanks to his mind reading ability. People who did bad things. People who enjoyed hurting others. Women, men, children. Anyone. It didn't matter. He dealt with them all, and sometimes, he even killed them and when he did kill them, he put their bodies somewhere where no one would ever find them. Killing criminals can still be considered a crime so he always takes proper measures to avoid any trouble with the law.



Por suerte para él, esa mujer no era la única persona que conoció esa semana con su misma habilidad. Dos días después se encontró con un niño jugando al costado de la carretera. Mientras observaba al niño jugar, se dio cuenta de que era un poco diferente de otros niños de su edad. Siempre estaba solo, y pasaba la mayor parte de su tiempo vagando por el bosque buscando pasar algún tiempo a solas.

El joven no sabía por qué había decidido detenerse y mirar al niño, pero tan pronto como vio al niño, se sintió obligado a seguirlo. Sus pensamientos eran un poco inquietantes y el hombre quería saber más.

Una vez que llegó al borde del bosque, esperó pacientemente a que el niñño regresara. Después de observarlo por un tiempo, el joven lo siguió a la ciudad y luego cruzó la calle hacia un pequeño parque. Allí vio al niño correr por el camino, deteniéndose de vez en cuando para mirar detrás de sí mismo.

Finalmente, dejó de correr por completo y se volvió para mirar al joven.

— ¿Qué estás haciendo aquí? exigió.

El joven le sonrió. — Te estoy siguiendo, respondió.

— No, respondió el niño. — No lo creo, sé que planeas hacer otra cosa.

Mientras hablaba, el joven sacó su cuchillo porque sabía que el niño tenía una fascinación por los cuchillos. El joven retrocedió lentamente mientras el hombre decía:

— ¿Por qué te gustan tanto los cuchillos? Sé que estás teniendo pensamientos oscuros, dijo el hombre y luego continuó:

— ¿Es la muerte algo que consideras atractivo? preguntó.

— Sí, dijo el niño. — Sí. Por favor, mátame. Sé que has matado gente antes.

El joven asintió. — No lo creo, respondió. — No te haré daño.

Volvió a poner su cuchillo dentro de sus pantalones. — Hoy no, agregó.

— Sé que eres un asesino, por qué no lo harás, dijo el niño. — Sé lo que eres.

— Eres especial, puedes tener una vida que valga la pena vivir, solo necesitas acostumbrarte a tu habilidad, admitió el joven.

— Me está volviendo loco, no puedo tener otros niños a mi alrededor. ¡Escuchar tanto ruido mental de otras personas es abrumador, está destruyendo mi vida! El niño estaba muy frustrado.

— No te preocupes, le aseguró el joven. — Una vez que salgamos de aquí, te prometo que te ayudaré, como ya puedes notar, no eres el único.

El joven observó cómo el niño huía de él, desapareciendo por el camino hacia el parque. No tenía sentido que el niño corriera porque el hombre ya sabía a dónde iba. Su plan era cuidarlo y enseñarle cómo vivir y cómo hacer un buen uso de su habilidad especial. Sin que él se diera cuenta, ya había empezando a crear una red de personas con habilidades especiales para luchar contra los criminales y las personas que sucumben a la maldad.

El hombre era consciente de su obligación moral de ayudar a este niño a lidiar con su situación, pero aparte de eso, también sintió que necesitaba intervenir para evitar que ocurriera una tragedia. Los pensamientos en la mente del niño eran oscuros y siniestros, pero estaba seguro de que podía ayudar a corregirlos a tiempo. Antes de que las cosas pudieran salirse de control. Tener esta habilidad a una edad tan temprana seguramente era algo muy desestabilizador y sabía que tenía que ayudar.

Luckily for him, that woman wasn't the only person he knew that week with his same ability. Two days later he came upon a child playing by the side of the road. As he watched the boy play, he realized that he was a little different from other boys his age. He was always alone, and he spent most of his time wandering around the woods looking to spend some time alone.

The young man didn't know why he'd decided to stop and watch the boy, but as soon as he saw the young boy, he felt compelled to follow him. His thoughts were a bit disturbing and the man wanted to know more.

Once he reached the edge of the woods, he waited patiently for the young boy to come back. After watching him for a while, the young man followed him into town, and then across the street to a small park. There he watched the boy run along the path, stopping every now and again to look behind himself.

Finally, he stopped running altogether and turned to face the young man.

— What are you doing here? he demanded.

The young man smiled at him. — I'm following you, he answered.

— No, the boy replied. — I don't think so, I know you plan to do something else.

As he spoke, the young man drew his knife because he knew the boy had a fascination with knives. The young boy backed away slowly while the man said:

— Why do you like knives so much. I know you are having dark thoughts, the man said and then he continued:

— Is death something you consider attractive? he asked.

— Yes, the boy said. — I do. Please kill me. I know you have killed people before.

The young man nodded. — I don't think so, he answered. — I won't hurt you.

He put his knife back inside his pants. — Not today, he added.

— I know you are a killer, why you won't do it, the boy said. — I know what you are.

— You are special, you can have a life worth living, you just need to get use to your ability, the young man admitted.

— It is driving me crazy, I cannot have other kids around me. This mind reading things is overwhelming, it is destroying my life! The boy was very frustrated.

— Don't worry, the young man assured him. — Once we leave here, I promise you I will help you, as you can notice by now, you aren't the only one.

The young man watched as the young boy ran away from him, disappearing down the path toward the park. It didn't make sense for the boy to run because the man already knew where he was going. His plan was to take care of him, and teach him how to live and how to make good use of his special ability. Without him realizing it, he was already starting to create a network of people with special abilities to fight against criminals and people who succumb to evilness.

The man was aware of his moral obligation of helping this boy deal with his situation, but apart from that, he also sensed he needed to intervene in order to prevent a tragedy from taking place. The thoughts in the boy's mind were dark and sinister, but he was sure he could help correct them on time. Before things could get out of control. Having this ability at such a young age was surely something very destabilizing and he knew he had to help.


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I am a Venezuelan geek, cinephile and introverted guy. I have always been passionate about tech innovations as well as creative fictional stories that can make your mind inhabit another world.

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