Where I come from, health isn't really valued as it should. Or rather, exercise and wellness isn't valued. With a lot of ailments going around, it is really essential that our immune systems are boosted daily.
At age ten, I started with small workout programs because I had gotten over 20lbs for my age. I looked like an oversized elephant. But I burned it. How?
At 6am, Mom would walk us to an open field where we'd do laps of running and then skip for an hour before heading home to prepare for school. At that point, all I wanted was to get rid of the fat but I came to love it.
To me, exercising regularly is the best way to prolong life. Working out for just an hour every day does a lot for us both mentally and physically. There's a boost in immune as well as confidence; a sharper mind and endurance.
There's this saying that those who exercise regularly are in total control of their life and that is true. It takes determination, discipline and stealth to execute a demanding program from beginning to end.
I see exercising as the test of life. Don't ask me why because I don't know. I just know that, if I can push my body then I can definitely push my mind. If I was able to achieve my slim figure now, then I can definitely achieve whatever I set my mind on. Why? It's all in the mind. A mental game.
My routine in working out is something I have to sit and plan because I discovered that my strength lies in how well I can take control of my day in my mind. For me, my battle for wellness begins from the mind. Once I see it happening in my mind, then I can bring them to life. This brings me to my health habits...
Unlike what many think, my idea of an ideal health habit involves my whole being; spirit, soul and body.
My body only manifests what has happened in my mind, my soul is the projector of what I have fed my spirit. Which is why I get easily depressed if my spirit is starved. Impossible? No. Weird? Definitely. Yet, this is what my whole routine starts with. Right from within.
My health habits or routine starts at a really odd time of day. Let's say by 11pm or 12am, I'm at my desk with a pen and my notepad planning my day and what it should be like. This always gives me a sense of priority and lessens the burdens. It keeps my mind sharp and fuels my motivation. When I've planned my day like that from my mind, I take energy from within the spirit against the morning. How?
To most it's quiet time, meditation or even prayer. Mine is prayer. I pray for a minimum of thirty minutes, drawing strength from within my innerman. This all happens in the middle of the night. Then I study my Holy Book, feeding my spirit with energy.
That morning, 5am sharp, my eyes open. Morning devotions keeps me sane because Communication with my creator leaves me at a state of ease.
After that, I hit the gym! Now this is what I'm trying to get you to understand. My day has already been a success because I've planned it. This does a whole lot for me as a person. It boosts my confidence, fuels my determination and strengthens my discipline.
Just like Brian Tracy said in his book GOALS, it is all your superconscious mind. Joseph Murphy made the same point in his book, THE POWER OF YOUR SUBCONSCIOUS MIND and just today, I started on the classic Psychoanalysis Theories by Sigmund Freud. The book The ego, ID and superego explains a lot as to why a lot happen the way they do.
If there's any where I'm to make adjustments, it'll be in my impulsive nature. Sometimes, I forget I'm only human and push myself too much. So I have to always remind myself that even though I have supernatural strength, I am still human.
The base of my entire workout routine is my mind. That is why I read books on the mind because they give me more weaponry and knowledge on how to channel the power of my mind to achieve the right things and invoke to life all that I want.
I invite @khaleesii and @iskafan to join in. Click HERE to participate.
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De donde vengo, la salud no se valora como debería. O mejor dicho, no se valora el ejercicio y el bienestar. Con un montón de dolencias por ahí, es realmente esencial que nuestro sistema inmunológico se refuerce a diario.
A los diez años, empecé con pequeños programas de ejercicios porque había engordado más de 20 libras para mi edad. Parecía un elefante de gran tamaño. Pero lo quemé. ¿Cómo?
A las 6 de la mañana, mamá nos llevaba a un campo abierto donde hacíamos vueltas para correr y luego saltábamos durante una hora antes de volver a casa para prepararnos para el colegio. En ese momento, lo único que quería era deshacerme de la grasa, pero llegué a amarla.
Para mí, hacer ejercicio regularmente es la mejor manera de prolongar la vida. Hacer ejercicio durante una hora todos los días hace mucho por nosotros, tanto mental como físicamente. Aumentan las defensas y la confianza, la agudeza mental y la resistencia.
Hay un dicho que dice que los que hacen ejercicio con regularidad tienen el control total de su vida y eso es cierto. Se necesita determinación, disciplina y sigilo para ejecutar un programa exigente de principio a fin.
Yo veo el ejercicio como la prueba de la vida. No me preguntes por qué, porque no lo sé. Sólo sé que, si puedo empujar mi cuerpo, entonces definitivamente puedo empujar mi mente. Si fui capaz de lograr mi esbelta figura ahora, entonces definitivamente puedo lograr cualquier cosa que me proponga. ¿Por qué? Todo está en la mente. Un juego mental.
Mi rutina de ejercicio es algo que tengo que planificar porque he descubierto que mi fuerza reside en lo bien que puedo tomar el control de mi día en mi mente. Para mí, mi batalla por el bienestar comienza desde la mente. Una vez que lo veo en mi mente, entonces puedo darles vida. Esto me lleva a mis hábitos de salud...
A diferencia de lo que muchos piensan, mi idea de un hábito de salud ideal involucra a todo mi ser; espíritu, alma y cuerpo.
Mi cuerpo sólo manifiesta lo que ha ocurrido en mi mente, mi alma es el proyector de lo que he alimentado a mi espíritu. Por eso me deprimo fácilmente si mi espíritu está hambriento. ¿Imposible? No. ¿Raro? Sin duda. Sin embargo, toda mi rutina comienza con esto. Desde dentro.
Mis hábitos de salud o mi rutina comienzan a una hora realmente extraña del día. Digamos que a las 11 de la noche o a las 12 de la mañana, estoy en mi escritorio con un bolígrafo y mi bloc de notas planificando mi día y cómo debería ser. Esto siempre me da una sensación de prioridad y disminuye las cargas. Mantiene mi mente aguda y alimenta mi motivación. Cuando he planificado así mi día desde mi mente, tomo energía desde dentro del espíritu contra la mañana. ¿Cómo?
Para la mayoría es tiempo de silencio, meditación o incluso oración. Para mí es la oración. Rezo durante un mínimo de treinta minutos, sacando fuerzas de mi interior. Todo esto ocurre en medio de la noche. Luego estudio mi Libro Sagrado, alimentando mi espíritu con energía.
Esa mañana, a las 5 en punto, mis ojos se abren. Las devociones matutinas me mantienen cuerda porque la comunicación con mi creador me deja en un estado de tranquilidad.
Después de eso, ¡me voy al gimnasio! Esto es lo que intento que entiendas. Mi día ya ha sido un éxito porque lo he planificado. Esto hace mucho por mí como persona. Aumenta mi confianza, alimenta mi determinación y refuerza mi disciplina.
Como dijo Brian Tracy en su libro GOALS, es todo tu mente superconsciente. Joseph Murphy hizo el mismo punto en su libro, El poder de tu mente subconsciente y justo hoy, empecé con el clásico Teorías del psicoanálisis de Sigmund Freud. El libro El ego, el ID y el superego explica mucho el porqué de muchas cosas.
Si tengo que hacer algún ajuste, será en mi naturaleza impulsiva. A veces, me olvido de que soy humano y me presiono demasiado. Así que tengo que recordarme siempre que, aunque tenga una fuerza sobrenatural, sigo siendo humana.
La base de toda mi rutina de entrenamiento es mi mente. Por eso leo libros sobre la mente porque me dan más armas y conocimientos sobre cómo canalizar el poder de mi mente para lograr las cosas correctas e invocar a la vida todo lo que quiero.
Invito a @khaleesii y a @iskafan a unirse. Haga clic AQUÍ para participar.
¡### GRACIAS POR LEER, SAYONARA!