Combate las ganas de no hacer nada. Tips para llenarte de energías

¿Alguna vez te has sentido con falta de motivación?, y cuando te preguntan sobre qué te pasa, das la clásica respuesta: "No tengo ganas de hacer nada”, ¿por qué sucede esto? Pues, la falta de entusiasmo y energía para enfrentar las actividades diarias es un problema común que afecta a muchas personas en algún momento de sus vidas. En este artículo de nuestro blog, exploraremos en detalle las razones detrás de esta sensación y cómo la psicología puede ofrecer respuestas y soluciones.

Hablemos primeramente del cansancio…
El cansancio puede tener muchas causas. Las personas cansadas expresan que se sienten débiles, extenuadas, exhaustas, o con pesadez. Asimismo, puede que digan que no tienen energía y que no se pueden concentrar. Suelen comunicar que no sienten los brazos y las piernas pesadas, que tienen pocas ganas de hacer cosas, y que no pueden dormir o que duermen demasiado. Mayormente, se sienten malhumoradas, tristes, irritables o frustradas.

No existen pruebas de laboratorio que puedan diagnosticar o indicar su nivel de cansancio. La mejor medida del cansancio proviene de la manera en que usted le describe su cansancio al equipo de profesionales médicos. Usted puede describir su nivel de cansancio como inexistente, leve, moderado o extremo. O puede usar una escala de 0 a 10, donde 0 significa que no siente nada de cansancio, y 10 significa el peor cansancio que se pueda imaginar.

Entonces, ¿Por qué no tenemos ganas de hacer nada?
La falta de motivación puede ser resultado de una serie de factores. Algunos de los más comunes incluyen:

  1. Estrés crónico: El estrés prolongado puede agotar tus recursos emocionales y energéticos, dejándote con una sensación constante de agotamiento y apatía.

  2. Depresión: La depresión es una afección de salud mental que afecta profundamente la motivación y el estado de ánimo de una persona. Sus síntomas pueden variar de persona a persona, pero algunos indicadores comunes de la depresión incluyen:
    Sentimientos persistentes de tristeza: Una sensación constante de tristeza o desesperanza que puede parecer inexplicable.
    Fatiga y falta de energía: La depresión a menudo conlleva una fatiga abrumadora, lo que hace que incluso las tareas diarias más simples parecen desafiantes.
    Pérdida de interés en actividades placenteras: Una disminución notable en el interés por actividades que antes te apasionaban, como pasatiempos, deportes o salir con amigos.

  3. Ansiedad: La ansiedad crónica puede desencadenar una disminución de la motivación debido a la preocupación constante y el agotamiento emocional.

  4. Cambios en la vida: Grandes cambios, como la pérdida de un ser querido, un cambio de trabajo o una ruptura, pueden provocar una falta de motivación temporal debido al estrés y la adaptación emocional.

  5. Falta de propósito: Cuando no tienes metas claras o un sentido de propósito en tu vida, es más probable que te sientas apático hacia las actividades diarias.

  6. Burnout: El agotamiento laboral o el burnout pueden llevar a una disminución de la motivación y el interés en el trabajo y otras actividades.

  7. Falta de autocuidado: La falta de atención a tu bienestar físico y emocional, como la mala alimentación, el sueño insuficiente o la falta de ejercicio, puede contribuir a la falta de motivación.

  8. Factores biológicos: Cambios en la química cerebral, como los desequilibrios de neurotransmisores, también pueden influir en la falta de ganas de hacer nada.

  9. Perfeccionismo: Tener estándares demasiado altos y ser muy crítico contigo mismo puede ser abrumador y llevar a la inmovilidad.

  10. Falta de apoyo social: La falta de una red de apoyo sólida puede aumentar la sensación de aislamiento y desmotivación.
    Estas causas traen consigo algunos síntomas:
    Procrastinación crónica: Postergar tareas importantes de manera constante, a menudo debido a la falta de interés o energía.
    Dificultad para concentrarse: La incapacidad para mantener la concentración en una tarea es un síntoma frecuente de la falta de motivación.
    Aislamiento social: La apatía a menudo lleva a evitar interacciones sociales, lo que puede afectar negativamente tus relaciones.

Y de la misma manera se afectan algunos aspectos de la vida cotidiana:

La falta de motivación no solo influye en tu productividad, sino que también puede tener un impacto significativo en todas las áreas de tu vida:
Relaciones personales: La falta de energía puede dificultar la participación en actividades sociales y mantener conexiones emocionales con amigos y familiares.

Rendimiento académico o laboral: La falta de motivación puede afectar tus resultados en la escuela o en el trabajo, lo que a su vez puede aumentar el estrés y la ansiedad.
Bienestar emocional: La apatía puede contribuir a sentimientos de frustración, insatisfacción y baja autoestima.

Llegados a este punto, es necesario conocer entonces qué consejos para controlar y superar esas “ganas de no hacer nada”
Identifica la situación y medítala
¿Qué es lo que te provoca este estado? ¿Por qué te afecta tanto? Concéntrate en ti y en tus sentimientos y tus reacciones. Piénsalo con calma, ¿es posible abordar la situación desde otro punto de vista? ¿Puede ayudarte un cambio de perspectiva?

No reprimas tus emociones, pero aprende a gestionarlas
Debes aprender a gestionar la tristeza y dejarla salir, sabiendo que debe ser un desahogo y no algo que se instale en tu día a día, ya que esto nos perjudicará.
El mañana todavía no ha llegado
No abones la desesperanza. Hoy no estás en las mejores condiciones emocionales, pero mañana pueden cambiar las cosas y surgir oportunidades que mejoren tu estado de ánimo. Trabaja para que ese futuro te alcance en forma.
Levántate de la cama y ponte en marcha

Ante esa sensación de falta de energía y desmotivación solo cabe actuar. Cambiar el chip y ponerse en movimiento, retomar aficiones, buscar cosas nuevas... Tienes un problema, sólo reconociéndolo darás el primer paso para motivarte y superarlo.

Procura distraerte y seguir cultivando tus intereses
No abandones tus intereses y mantente activo. Esto es beneficioso para la salud mental y para conservar la mente ocupada y alejada de pensamientos obsesivos. Combate cada pensamiento o recuerdo negativo con otro positivo. La lectura, las relaciones sociales, el deporte… pueden ser buenos aliados.
Trátate con amor y tolerancia

Para superar una depresión es imprescindible aceptarte y amarte a ti mismo. Muchas veces, las depresiones llegan por déficits de amor propio. No eres el culpable de tu depresión, aprende a ser tolerante contigo mismo.

Trata con amor y tolerancia a los demás, aprende a perdonar
Ábrete a los demás, no les des la espalda. Y no te instales nunca en el odio y el rencor, estos son sentimientos que, en realidad, hacen daño a la persona que los sufre. Por eso, por mal que se hayan portado contigo, esos sentimientos negativos no pueden ser el motor de tu vida.
Mantén tu vida social activa

Es difícil acercarse a los demás cuando se está deprimido, pero si se hace el esfuerzo puede ser de gran ayuda. El aislamiento puede ser temporal, durante el tiempo necesario, pero después debes abrirte a las personas que te valoran y conocer nueva gente.

Ponte metas alcanzables
Establecer un objetivo da sentido a la vida y motiva para actuar. Al principio pueden ser metas simples, como tener al menos un pensamiento positio al día, y luego ir aumentando progresivamente la dificultad.

Mantén unos hábitos de vida saludables
Seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio moderado a diario, salir y tomar el sol, tener unos horarios ordenados, dormir lo suficiente… Todos ellos son aspectos fundamentales que tienes que cuidar si quieres salir de este estado.

Identificar la causa subyacente de tu falta de motivación es un paso crucial para superarla. Recuerda que es normal experimentar momentos en los que no tienes ganas de hacer nada, pero con el apoyo adecuado, puedes recuperar tu motivación y vivir una vida más satisfactoria.

Si tienes algún familiar o amigo pasando por estos momentos, te recomendamos le brindes toda la energía necesaria para salir de este bache: hacer actividades como el yoga, el dibujo, o la cocina, pueden ser alternativas para estas ocasiones.

Déjame saber que alternativas usas tú cuando sientes que estás en estas situaciones que no puedes romper la inercia.

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