Hola amigas @brujita18 y @annafenix esta lindísima esta iniciativa de ECHAR EL CUENTO post, recordar esos momentos donde no sabíamos que eramos tan felices al ser inocentes y creer en la magia y los regalos.
Me encanto recibir la invitación y siempre agradezco el que me tomen en cuenta para echar mi cuento. Así que voy a invitar a mi querida @numa26, @leticiapereira y @purrix.
De verdad pedía con todas mis fuerzas recibir el regalo del niño Jesús en Navidad. Para mi la Navidad era la mejor época de la vida, simplemente estaba llena de magia por todos lados, las mejores comidas, la reuniones familiares y los juguetes de regalo.
Ese momento mágico, esa noche que debíamos acostarnos temprano para que en la noche el niño Jesús nos trajera los regalos solicitados en una carta que colocábamos en el nacimiento. Yo no tenía idea como un niño tan pequeño que aún no había nacido, porque no lo colocaban en el pesebre hasta el 24 en la noche pudiese cargar todos esos regalos.
Alguna vez me dijeron mis padres que San Nicolás lo ayudaba esa noche a repartir los regalos. Eso es una mezcla de idiosincrasias y culturas pero para un niño no había limites de lo que los seres mágicos y especiales podían hacer.
Ya no recuerdo como averigüe que eran nuestras padres lo que nos daban los regalos, debe haber sido mis primos quienes me abrieron los ojos, esa noche me quede en casa de mis tíos, yo estaba preocupada porque no estaba en mi casa y el niño Jesús no me iba a encontrar en mi casa y no me iba a dejar mi regalo.
Esa noche nos quedamos despiertos pero haciéndonos los dormidos, escuche cuando abrieron la puerta y colocaron nuestros regalos en el árbol de navidad. Pero teníamos que aguantarnos y no levantarnos porque nos descubrirían que ya sabíamos. Recuerdo que mis primos me dijeron que si descubríamos que sabíamos hasta allí llegarían los regalos, no abría más obsequios.
Y a mi me encantaban las reuniones familiares, ya que mi hermanos eran mayores que yo, así que jugar en casa de mis primos y disfrutar de sus juguetes ya que ellos eran siete hijos era lo mejor. Y me dejaban jugar con sus juguetes.
