Los seres humanos poseemos dos componentes transformadores, para gestionar positivamente los bloqueos que impiden nuestro normal desarrollo, que se vuelven útiles para alcanzar la realización y la felicidad individual.
Partiendo del hecho que, la manera que tenemos de relacionarnos con el mundo exterior es un reflejo de la forma como nos relacionamos con nosotros mismos, se entiende que en la medida que nos relacionamos mejor con nuestro mundo interior logramos tener una relación más positiva y fructífera con nuestra realidad exterior.
Es decir, muchos queremos mejorar las relaciones con nuestros amigos o familiares, lograr ese sueño de la infancia que tanto anhelamos o modificar ese hábito que nos daña, pero no lo logramos a pesar del esfuerzo y la entrega que le ponemos, es allí donde debemos detenernos y revisar si estamos aplicando correctamente los dos componentes básicos de la transformación personal:
El primero, aceptar lo que queremos cambiar, reconociendo ese algo no nos gusta y debemos alimentarlo de un genuino deseo de modificarlo. Para muchos de nosotros este primer paso se hace complicado, porque nos llenamos de vergüenza y miedo, lo que hace que luego de cierto avance volvamos a un punto inicial, causándonos un dolor que preferimos evitar. Es por ello, que aceptar que queremos cambiar implica reconocer que algo no está bien y que es en nuestro interior donde inicia, se mantiene y debe cerrarse el proceso.
La segunda, es la acción disciplinada. Una vez aceptado, lo que vamos a cambiar, es la disciplina y el compromiso los que nos van a sostener para avanzar, más allá del dolor, la cantidad de pasos que debamos dar o el tiempo que nos vaya a tomar. La acción disciplinada se entiende entonces como el renovar la intención, fortalecer la acción y continuar en el proceso de esa transformación personal que hemos establecido como meta y tenemos visualizado como sueño.
Siendo así, la transformación personal es un proceso interior que se expresa en nuestra convivencia social.
The two components of personal transformation
Human beings possess two powerful and transformative tools to positively manage the blocks that prevent our normal development, which become useful to achieve individual fulfillment and happiness.
Based on the fact that the way we relate to the outside world is a reflection of the way we relate to ourselves, it is understood that to the extent that we relate better with our inner world we can have a more positive and fruitful relationship with our external reality.
That is to say, many of us want to improve our relationships with our friends or family, achieve that childhood dream we long for or modify that habit that harms us, but we do not achieve it despite the effort and dedication we put into it, that is where we should stop and check if we are correctly applying the two basic components of personal transformation:
The first one, accepting what we want to change, recognizing that something we do not like and we must feed it with a genuine desire to change it. For many of us this first step is complicated, because we are filled with shame and fear, which causes us to return to an initial point after a certain amount of progress, causing us pain that we prefer to avoid. That is why accepting that we want to change implies recognizing that something is not right and that it is within us where the process begins, is maintained and must be closed.
The second is disciplined action. Once we have accepted what we are going to change, it is discipline and commitment that will sustain us to move forward, beyond the pain, the number of steps we have to take or the time it will take us. Disciplined action is then understood as renewing the intention, strengthening the action and continuing in the process of that personal transformation that we have established as a goal and have visualized as a dream.
Thus, personal transformation is an inner process that is expressed in our social coexistence.
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