El liderazgo se entiendo como una forma de influencia que se ejerce, por ello solemos apoyar a quienes vemos confiados, decididos y capaces de proporcionar una dirección clara, huyéndole siempre a los que se muestran con dudas.
Acá me refiero a la duda como lo plantea Verónica Rodríguez Orellana, un estado de incertidumbre:
La duda sistemática hunde sus raíces en la inseguridad aprendida que se gesta en edades tempranas y, dependiendo del grado de incertidumbre, puede llegar a provocar un deterioro en nuestro bienestar personal
Cuando alguien parece indeciso, crea incertidumbre y dudas entre quienes buscamos orientación, por lo que su influencia se condiciona, llevándolo a perder credibilidad, provocando una falta de confianza en la capacidad de esa persona para liderar eficazmente.
Ahora bien, seguimos a personas que muestran seguridad y confianza en si mismos, como afirma Marc Bolufer
Los líderes son de vital importancia para el cumplimiento de las metas y objetivos de cualquier organización. Cuando se cuenta con un buen líder en el equipo, se nota. Sin embargo, también se nota cuando hay una falta de liderazgo.
Es por ello, que una persona cuya conducta es dubitativa no es bien visto para liderar, ni influir, siendo posible enumerar las razones por las que no queremos seguir a alguien dubitativo.
En primer lugar, la duda transmite inseguridad. Cuando alguien es dubitativo, da la impresión de que no sabe lo que está haciendo y que no tiene confianza en sí mismo. Esto genera desconfianza en los demás, que asumimos que esa persona no está capacitada para liderar o tomar decisiones importantes.
En segundo lugar, la duda se contagia. Cuando estamos rodeados de personas dubitativas, muchos empezamos a dudar de nosotros mismos, lo que dificulta la toma de decisiones y el logro de nuestros objetivos.
En tercer lugar, la duda es frustrante. Cuando tenemos que trabajar con alguien dubitativo, perder mucho tiempo y energía tratando de convencerlo de que tome una decisión. Esto es muy agotador y desmotivador.
Por consiguiente, alguien dubitativo afecta el ámbito profesional, familiar, sentimental y social, en palabras de la prenombrada autora
Los inseguros son miedosos a la hora de asumir desafíos, piensan que lo malo conocido es mejor y más conveniente que lo bueno por conocer. Y esto hace que suelan perder oportunidades de trabajo.
Así que, si queremos que los demás nos sigan, es importante ser decidido y actuar con convicción. Cuando somos decididos, transmitimos seguridad, confianza y liderazgo. Esto nos ayudará a ganarnos el respeto y la admiración de los demás.
En conclusión, la duda es un enemigo de la acción. Si queremos tener éxito en la vida, es importante ser decidido y actuar con convicción.
Why don't we follow someone who is hesitant?
Leadership is understood as a form of influence that is exercised, so we tend to support those we see as confident, determined and capable of providing clear direction, always shying away from those who are hesitant.
Here I refer to doubt as Verónica Rodríguez Orellana puts it, a state of uncertainty:
Systematic doubt is rooted in learned insecurity that is gestated at early ages and, depending on the degree of uncertainty, can lead to a deterioration in our personal well-being.
When someone appears indecisive, they create uncertainty and doubt among those of us who seek guidance, so their influence is conditioned, leading them to lose credibility, causing a lack of confidence in that person's ability to lead effectively.
However, we follow people who show security and self-confidence, as stated by Marc Bolufer
Leaders are of vital importance for the fulfillment of the goals and objectives of any organization. When you have a good leader on your team, it shows. However, it is also noticeable when there is a lack of leadership.
That is why a person whose behavior is hesitant is not well seen to lead, nor to influence, being possible to list the reasons why we do not want to follow someone who is hesitant.
In the first place, doubt transmits insecurity. When someone is hesitant, they give the impression that they do not know what they are doing and lack self-confidence. This generates distrust in others, who assume that this person is not capable of leading or making important decisions.
Secondly, doubt is contagious. When we are surrounded by doubtful people, many of us begin to doubt ourselves, which makes it difficult to make decisions and achieve our goals.
Third, doubt is frustrating. When we have to work with someone who is hesitant, we waste a lot of time and energy trying to convince them to make a decision. This is very exhausting and demotivating.
Consequently, someone who is hesitant affects the professional, family, emotional and social spheres, in the words of the renowned author
Insecure people are fearful when it comes to taking on challenges, they think that the bad things known are better and more convenient than the good things to be known. And this means that they tend to miss out on job opportunities.
So, if we want others to follow us, it is important to be decisive and act with conviction. When we are decisive, we transmit security, confidence and leadership. This will help us gain the respect and admiration of others.
In conclusion, doubt is an enemy of action. If we want to succeed in life, it is important to be decisive and act with conviction.
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