La razón se debe pensar conjuntamente con el deseo / Reason must be thought together with desire

Leyendo "Retórica y emociones: La constitución de la experiencia
humana del lugar"
, de Luz Gloria Cárdenas Mejía choqué de entrada con la frase que da título a este artículo y cuya reflexión comparto.

La razón y el deseo son dos elementos fundamentales en la toma de decisiones y en la formación de nuestras acciones. A menudo, se tiende a pensar que estos dos aspectos son opuestos y que deben ser considerados por separado. Ya sea desde un punto de vista racional o del extremo que destaque lo emocional.

Sin embargo, existe una estrecha relación entre ellos y es importante entender que razonar conjuntamente con el deseo nos permite encontrar motivación y pasión en lo que hacemos.

Esto se debe al hecho que el deseo es una parte intrínseca de nuestra naturaleza humana. Todos tenemos deseos y aspiraciones, ya sean materiales, emocionales o intelectuales. Estos deseos nos motivan a buscar la satisfacción y la realización personal. Sin embargo, si solo nos dejamos llevar por nuestros deseos sin pensar en las consecuencias o en la viabilidad de nuestras acciones, podemos caer en decisiones impulsivas o poco racionales.

Es aquí donde entra en juego la razón. La razón nos permite evaluar las diferentes opciones disponibles y analizar las posibles consecuencias de nuestras acciones. Nos ayuda a tomar decisiones informadas ya considerar los aspectos prácticos y lógicos de nuestras elecciones. La razón nos permite sopesar los pros y los contras, evaluar los riesgos y beneficios, y tomar decisiones basadas en la lógica y el sentido común.

Ahora bien, si las separamos y solo nos guiamos por una de las dos, razón o deseo, corremos el riesgo de vivir una vida sin equilibrio. En extremos siempre dañinos.

Por lo tanto, pensar conjuntamente con el deseo implica encontrar un equilibrio entre la razón y la pasión. Significa tomar en cuenta nuestros deseos y aspiraciones al tomar decisiones, pero también considerar las implicaciones lógicas y prácticas de nuestras acciones. Pensar conjuntamente con el deseo nos permite encontrar un camino intermedio entre la impulsividad y la racionalidad excesiva.

Además, cuando pensamos conjuntamente con el deseo, estamos más conectados con nuestras emociones y nuestras necesidades más profundas. Esto nos permite tomar decisiones que están alineadas con nuestros valores y nuestra autenticidad. Cuando seguimos nuestros deseos de manera consciente y reflexiva, somos más propensos a encontrar satisfacción y plenitud en nuestras acciones.




Reason must be thought together with desire

Reading "Rhetoric and emotions: The constitution of the human experience, by Luz Gloria Cárdenas Mejía I came across the sentence that gives the title to this article and whose reflection I share.

Reason and desire are two fundamental elements in decision making and in the formation of our actions. Often, there is a tendency to think that these two aspects are opposites and should be considered separately. Either from a rational point of view or from the extreme that emphasizes the emotional.

However, there is a close relationship between them and it is important to understand that reasoning together with desire allows us to find motivation and passion in what we do.

This is due to the fact that desire is an intrinsic part of our human nature. We all have desires and aspirations, whether they are material, emotional or intellectual. These desires motivate us to seek satisfaction and self-fulfillment. However, if we only let ourselves be driven by our desires without thinking about the consequences or the feasibility of our actions, we can fall into impulsive or irrational decisions.

This is where reason comes into play. Reason allows us to evaluate the different options available and analyze the possible consequences of our actions. It helps us to make informed decisions and to consider the practical and logical aspects of our choices. Reason allows us to weigh the pros and cons, evaluate the risks and benefits, and make decisions based on logic and common sense.

However, if we separate the two and are guided by only one of the two, reason or desire, we run the risk of living a life without balance. In extremes that are always harmful.

Therefore, thinking together with desire implies finding a balance between reason and passion. It means taking our desires and aspirations into account when making decisions, but also considering the logical and practical implications of our actions. Thinking together with desire allows us to find a middle way between impulsivity and excessive rationality.

In addition, when we think in conjunction with desire, we are more connected to our emotions and our deepest needs. This allows us to make decisions that are aligned with our values and our authenticity. When we consciously and thoughtfully follow our desires, we are more likely to find satisfaction and fulfillment in our actions.




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