Mi presentación en Hive

¡Hola a todos!
Mi nombre es Salomón Apóstol, soy venezolano, tengo 56 años, una esposa, dos hijos adultos y una hija adolescente. Trabajé durante 30 años enseñando inglés en la escuela pública de Venezuela y ahora estoy jubilado.
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Con mucho tiempo libre, y sin tener una idea clara de qué iba a hacer con ese tiempo, comencé a dedicarme a la horticultura. Comencé a cultivar un pedazo de tierra de unos 600 metros cuadrados, sembrando plátanos, yuca, tomate, pimentón, maíz y algunas frutas. Me daba una gran satisfacción cuando recogía frutos en abundancia. No los vendía, eran para consumo propio, pero las plantas producían tanto que el excedente los repartía entre mis parientes y algunos amigos que vivían cerca. Aunque a veces el trabajo era agotador, porque carecía de maquinaria y todo el trabajo tenía que hacerlo a mano, encontraba mucha paz y serenidad laborando en soledad, oyendo los trinos de los pájaros y el chirrido de las chicharras que a veces te hacen perder hasta la noción del tiempo.
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Después de estar casi completamente dedicado a esta labor, algunas personas comenzaron a buscarme para que les diera clases de inglés a ellas o a sus hijos. Así que como mi pensión de jubilado solo me alcanza para comprar medio kilogramo de queso, decidí volver a enseñar —aunque al salir jubilado dela escuela me había propuesto no hacerlo más— porque podía ganarme unos dolaritos que me hacían falta. De modo que todavía doy clases de inglés y esta es mi mayor fuente de ingresos.
Siempre me han interesado los idiomas. Desde que era niño sentí curiosidad por otros idiomas. Siempre he tenido una inclinación natural hacia los idiomas extranjeros. Recuerdo que en las noches, agarraba un radio que había en mi casa, y buscaba emisoras extranjeras en onda corta y escuchaba las transmisiones en otras lenguas sin tener idea de lo que decían. Pero esas palabras ininteligibles exacerbaban mi imaginación.
Cuando llegué al liceo, y comencé a estudiar inglés, me convertí en el mejor alumno. Siempre obtuve 20 puntos—que es la máxima calificación en Venezuela—en todas las evaluaciones que hice, tanto orales como escrita. Cuando terminé el bachillerato y entré a la universidad, decidí estudiar la docencia en lenguas extranjeras.
Estudiar lingüística, semiótica, fonética, así como un poco de francés y de alemán abrió mi mente a otras lenguas. Me interesaba mucho cómo funcionaban las otras lenguas, los diferentes sonidos que forman parte de cada una de ellas, su morfología y sintaxis. Aparte del inglés, que ya hablaba bastante bien, empecé a estudiar francés y alemán. El francés me pareció más fácil de aprender que el alemán, aunque este último me gustaba más.
Con el tiempo, me gradué y comencé a trabajar principalmente enseñando inglés. Sin embargo, mi pasión por aprender más idiomas me hacía seguir comprando libros, escuchando onda corta y estudiando. A mediados de 1996, se me presentó una oportunidad para salir del país y viajé a Europa. Llegué a Ucrania, a la ciudad de Zaporozhie, donde estuve por 18 meses. Allí aprendí ruso—en ese lado de Ucrania todos hablaban ruso, no conocí a nadie allí que hablara ucraniano—, conocí también a muchas personas amistosas, generosas, buenas y amables que me hicieron sentir como en mi propia casa. Daba clases privadas de inglés y español a muchos estudiantes, puesto que en las escuelas públicas de Ucrania generalmente enseñan dos y tres idiomas a los niños. También enseñaba a adultos que querían emigrar a España.
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En Ucrania hice amistad con algunos hombres que querían ir a trabajar a Alemania. Me contaron que pagaban bien y que ellos tenían algunas personas conocidas que podrían recibirnos. Así que después de pensarlo muy poco, decidí mudarme a Alemania.
Llegué a Berlín en febrero de 1998. Contrariamente a lo que me habían dicho, no estaba haciendo mucho frío. Comenzamos a trabajar muy pronto remodelando casas viejas. El lugar de Berlín a donde fuimos era una pequeña Rusia. Todos los habitantes de aquellos edificios eran rusos, ucranianos, kazajos, bielorrusos y algunos armenios. Todos eran de procedencia soviética. Cuando nos movíamos en grupo en el tren urbano mucha gente alemana se quedaba observándonos porque los rusos hablan mucho y en voz alta y los alemanes generalmente están callados mientras viajan en bus o tren o hablan con cuchicheos. A medida que se iba bajando la gente solo quedábamos nosotros, hablando ruso, porque nuestro barrio quedaba ya en las últimas paradas. Todas las tiendas que había en ese barrio, eran regentadas y atendidas por rusos y había toda clase de productos rusos. De hecho, a mí me parecía que no había salido de Ucrania. Aunque vivía en Alemania, en mi vida diaria, no tenía necesidad de hablar alemán.
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Después de dos años en Alemania regresé a mi país, me casé y trabajé hasta el 2019, año en que me jubilé.
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Una de mis aficiones es jugar ajedrez, me gusta sobre todo jugar partidas de 5 minutos o menos, porque son rápidas y eso mantiene la mente ágil. Además jugar rápido nos coloca a todos, más o menos, en el mismo nivel.
Espero seguir compartiendo mis vivencias más adelante con todos ustedes. Espero también conocerlos a través de sus creaciones y publicaciones.
Me siento alegre de comenzar ahora en esta comunidad. Mi amigo @josecarrerag se tomó el tiempo para mostrarme cómo funciona y lo que se puede hacer aquí. Quiero continuar compartiendo mis experiencias de vida, mis conocimientos y aprendiendo de todos ustedes que forman parte de este mundo.
¡Un gran abrazo a todos!

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Hi everyone!
My name is Salomón Apóstol, I am Venezuelan, I am 56 years old, I have a wife, two sons and a teenage daughter. I worked for 30 years teaching English in the public school of Venezuela and now I am retired.
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With a lot of free time, and without having a clear idea of what I was going to do with that time, I began to dedicate myself to gardening. I started to cultivate a piece of land of about 600 square meters, planting bananas, cassava, tomato, paprika, corn and some fruits. It gave me great satisfaction when I gathered fruit in abundance. I did not sell them, they were for my own consumption, but the plants produced so much that I used to distribute the surplus among my relatives and some friends who lived nearby. Although sometimes the work was exhausting, because I lacked machinery and all the work had to be done by hand, I found a lot of peace and serenity working alone, listening to the chirping of birds and cicadas that sometimes make you lose even the notion of time.
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After having been almost completely dedicated to gardening, some people started looking for me to give English classes to them or their children. Since my retirement pension is only enough for me to buy half a kilogram of cheese, I decided to go back to teaching because I could earn a few dollars that I needed, even though when I was retired from school I had decided not to do it anymore. As more people came asking for private classes, I began earning more money. Therefore, I still teach English and this is my biggest source of income.
I have always been interested in languages. Since I was a child, I was curious about other languages. I have always had a natural inclination towards foreign languages. I remember that at night, I would grab a radio that was in my house, and I would look for foreign short-wave stations and listen to broadcasts in other languages without having any idea what they were saying. However, those unintelligible words exacerbated my imagination.
When I got to high school, and started studying English, I became the best student. I always got 20 points — which is the highest grade in Venezuela — in all the evaluations, I did, both oral and written. When I finished high school and entered university, I decided to study foreign language teaching.
Studying linguistics, semiotics, phonetics, as well as a little French and German opened my mind to other languages. I was very interested in how the other languages worked the different sounds that are part of each of them, their morphology and syntax. Apart from English, which I already spoke quite well, I started studying French and German. French seemed easier to learn than German, although I liked the latter better.
Eventually, I graduated and started working mainly teaching English. However, my passion for learning more languages kept me buying books, listening to shortwave and studying. In mid-1996, I had an opportunity to leave the country and I traveled to Europe. I came to Ukraine, to the city of Zaporozhe, where I was for 18 months. There I learned Russian — on that side of Ukraine, everyone spoke Russian, I did not meet anyone there who spoke Ukrainian — I also met many friendly, generous, good and kind people who made me feel at home. I used to give private classes in English and Spanish to many students, since in the public schools of Ukraine they generally teach two and three languages to children. I also taught Spanish to people who wanted to migrate to Spain.
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In Ukraine, I made friends with some men who wanted to go to work in Germany. They told me that good wages were paid there and that they had some known people who could receive us. So after very little thought, I decided to move to Germany.
I arrived in Berlin in February 1998. Contrary to what I had been told, it was not very cold. We found jobs very fast and began to work on remodeling old houses. The place in Berlin where we went was a little Russia. All the inhabitants of those buildings were Russians, Ukrainians, Kazakhs, Belarusians and some Armenians. All of them were of Soviet origin. When we moved in a group on the urban train, many German people would stare at us because Russians talk a lot and loudly and Germans are generally quiet while traveling by bus or by train and they usually talk in whispers. As people got off the bus, only we remained, speaking Russian, because our neighborhood was already at the last stops. All the stores in that neighborhood were run and attended by Russians and there were all kinds of Russian products. In fact, it seemed to me that I had not left Ukraine. Although I lived in Germany, in my daily life, I had no need to speak German.
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After two years in Germany, I returned to my country, got married and worked until 2019, the year I retired.
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One of my hobbies is playing chess, I especially like to play games of 5 minutes or less, because they are fast and that keeps my mind sharp. Also playing fast puts us all, more or less, on the same level.
I hope to continue sharing my experiences later with all of you. I also hope to be acquainted with you through your creations and publications.
I am happy to start now in this community. My friend @josecarrerag took the time to show me how it works and what can be done here. I want to continue sharing my life experiences, my knowledge and learning from all of you who are part of this world.
A big hug to everyone!

Note: all the photos showed come from my page in facebook or from the files of my personal computer.

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