Saludos, guerreros de #Hive y #SWC, hoy les comparto las imágenes de mi entrenamiento de ayer, una jornada marcada por la disciplina y la búsqueda constante de superación. Ayer, mi día comenzó temprano, con un desayuno tranquilo y un poco de estudio matutino, como es costumbre en mi rutina. Tras cumplir con algunas responsabilidades, decidí tomar un breve descanso. Sin embargo, el cansancio de todo el día pesaba sobre mí. Aun así, la voluntad de no ceder al agotamiento fue más fuerte, y cuando llegó la hora de entrenar, opté por hacerlo en casa. No era el escenario más emocionante, pero decidí subir al techo, un lugar que nunca me falla cuando busco capturar la esencia de la belleza en el esfuerzo. Allí, bajo el cielo, entrené planchas en todas sus variantes: a una mano, sobre los dedos, a puños y otras formas de suelo que he comenzado a perfeccionar en estas últimas semanas. A pesar del cansancio, me concentré en cada movimiento, en cada ejercicio, sabiendo que cada pequeño avance cuenta en el camino de la disciplina. Espero que disfruten de estas fotografías, que no solo muestran el esfuerzo físico, sino también la constancia y el compromiso que cada uno de nosotros debe tener para alcanzar nuestras metas. ¡Hasta la próxima batalla, guerreros!
Greetings, #Hive and #SWC warriors, today I share with you the images of my training yesterday, a day marked by discipline and the constant search for self-improvement. Yesterday, my day started early, with a leisurely breakfast and some morning study, as is customary in my routine. After fulfilling some responsibilities, I decided to take a short break. However, the fatigue of the whole day was weighing on me. Still, the will not to give in to exhaustion was stronger, and when it was time to train, I opted to do it at home. It wasn't the most exciting setting, but I decided to go up to the roof, a place that never fails me when I seek to capture the essence of beauty in effort. There, under the sky, I trained planchas in all their variations: one-handed, over the fingers, fists and other floor forms that I have begun to perfect in recent weeks. Despite the fatigue, I concentrated on each movement, on each exercise, knowing that every little advance counts in the path of discipline. I hope you enjoy these pictures, which not only show the physical effort, but also the constancy and commitment that each of us must have to reach our goals. Until the next battle, warriors!
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