Hola, amigas y amigos de la comunidad Family & Friends. ¡Cuánto placer se siente cuando hay deseos de compartir! Nos llenamos de energías muy positivas al unirnos como seres humanos. Hoy vengo a contarles, a través de este post, uno de los momentos más agradables que he tenido en los últimos tiempos.
Mi hermana y yo tenemos el enorme privilegio de haber sido formados por una madre espectacular que, aunque hace poco dejó este mundo de manera física, la tenemos en el corazón día a día, y siempre nos inculcó estar unidos, en las buenas y en las malas. Tenemos una mamá en común, pero somos hijos de padres diferentes, aunque lo curioso es que nuestra madre nos enseñó a querer, en mi caso, al papá de mi hermana y en el de esta, al papá mío. ¡Mi madre siempre será especial!
Hacía tiempo que había ido con mi hermana a visitar su familia paterna, gente humilde y bondadosa. Ese día fuimos al río y no sé por qué motivos no logre salvar ni una foto de aquel viaje. Lo disfruté tanto, que quise repetir y como soy el hermano menor, prácticamente me agarraba a la bata de mi hermana para que me llevara otra vez a este lugar tan mágico, no tocado por la civilización. De vez en cuando hay que dejar la ciudad e ir al monte.
Pues nos pusimos en marcha, cada uno en nuestras motos y recorrimos más de 60 kilómetros para llegar a Piloto, localidad pinareña. El objetivo principal era irnos con todos los amigos de la zona y los primos, y, mientras nos bañáramos en el río que sale de una montaña, hacer una caldosa (un caldo cubano hecho de viandas y ¿carnes? Jjjjj, de esto último no había mucho). Todo listo para irnos cuando comenzó a llover intensamente.
Me afligí mucho, no lo puedo negar. Tanto tiempo preparando este viaje y verlo destrozado por la lluvia me disgustó. Pero los primos comenzaron a preparar la caldosa y en el patio de la casa, que está bajo techo, hicieron la caldosa mientras jugábamos dominó. Yo me dispuse a tomar algunas fotos al detalle de todo. No paró de llover y al mediodía nos dispusimos a degustar la caldosa mientras caía tanta agua del cielo.
En la tarde, cesó la lluvia, salió el arcoíris y un sol radiante hacía que hirviera cada piedra. La prima de mi hermana nos dijo: ¡Vamos, que escampó, nos vamos para el río! Por lo menos un rato del día sería en el río, pensé. Preparamos todo y salimos andando. Entre charcos, fangos y barros llegamos al río. Algunos hasta resbalamos y nos reíamos de cómo caíamos loma abajo. Había que cruzar lodazales por el centro.
Hubo uno en el que el fango dibujó en mi pierna lo que parecía una bota alta. Y, ¡sorpresa!, cuando llegamos al río, estaba crecido, es decir, tenía mucha corriente fluvial. Imagínense un río que parecía riachuelo, con el agua hasta la rodilla y de repente, verle este caudal amarillo que parecía néctar de mango.
Me afligí nuevamente. ¿Sería posible que no pudiera disfrutar el río? Cruzábamos tomados de la mano para que el agua no nos arrastrara y descubrimos un lugar en el que no era tan fuerte la corriente. Ahí nos bañamos, al menos, una hora. El agua estaba muy fría, un poco turbia también. Pero por lo menos “probamos el río”.
Después de todo, el día nos puso obstáculos, pero cuando hay amigos y familia como esta, todo cambia. Pasamos una jornada muy buena y en la noche nos fuimos a comer pizza a un pueblito cercano. Ya quiero repetir ese viaje. Ya quiero estar rodeado de esos amigos, de esa familia tan necesaria y que colma nuestros espíritus de bendiciones. ¿Has compartido algún día así con tu familia o con los amigos? Te leo en los comentarios.
Las imágenes utilizadas en la publicación fueron tomadas con mi móvil Samsung Galaxy J7 Prime. Textos llevados al Inglés por Deepl Traslate.
ENGLISH VERSION (click here!)
Hello, friends of the Family & Friends community. What a pleasure it is when there is a desire to share! We are filled with very positive energies when we come together as human beings. Today I come to tell you, through this post, one of the most pleasant moments I have had in recent times.
My sister and I have the enormous privilege of having been formed by a spectacular mother who, although she recently left this world physically, we have her in our hearts day by day, and she always instilled in us to be united, in good times and in bad. We have a mother in common, but we are children of different fathers, although the funny thing is that our mother taught us to love, in my case, my sister's father and in my sister's case, my father. My mother will always be special!
Some time ago I had gone with my sister to visit her paternal family, humble and kind people. That day we went to the river and I don't know why I didn't manage to save even one photo of that trip. I enjoyed it so much, that I wanted to repeat and as I am the younger brother, I practically grabbed my sister's robe to take me again to this magical place, untouched by civilization. Every once in a while you have to leave the city and go to the bush.
So we set off, each on our own motorcycles, and rode more than 60 kilometers to reach Piloto, a town in Pinar del Río. The main objective was to go with all the friends of the area and the cousins, and, while we bathed in the river that comes out of a mountain, to make a caldosa (a Cuban broth made of viands and meats? Jjjjjj, of the latter there was not much). We were all ready to go when it started to rain heavily.
I was very distressed, I can't deny it. So much time preparing for this trip and to see it washed away by the rain upset me. But the cousins started preparing the caldosa and in the backyard of the house, which is indoors, they made the caldosa while we played dominoes. I set out to take some close-up pictures of everything. It didn't stop raining and at noon we were ready to taste the caldosa while so much water was falling from the sky.
In the afternoon, the rain stopped, the rainbow came out and a radiant sun made every stone boil. My sister's cousin said to us: "Come on, it's raining, we're going to the river! At least some of the day would be spent at the river, I thought. We prepared everything and set off on foot. Between puddles, mud and sludge we reached the river. Some of us even slipped and laughed at how we fell down the hill. We had to cross the middle of the muddy areas.
There was one in which the mud drew on my leg what looked like a high boot. And, surprise, when we got to the river, it was swollen, that is to say, it had a lot of river current. Imagine a river that looked like a stream, with water up to the knee and suddenly, to see this yellow flow that looked like mango nectar.
Could it be possible that I could not enjoy the river? We crossed holding hands so that the water would not sweep us away and we discovered a place where the current was not so strong. There we bathed for at least an hour. The water was very cold, a little cloudy too. But at least we "tasted the river".
After all, the day put obstacles in our way, but when there are friends and family like this, everything changes. We had a great day and in the evening we went to eat pizza in a nearby town. I want to repeat that trip. I want to be surrounded by those friends, by that much needed family that fills our spirits with blessings. Have you ever shared a day like this with your family or friends? I'll read you in the comments.
Images used in the post were taken with my Samsung Galaxy J7 Prime cell phone. Texts translated into English by Deepl Translate.