Nuevamente me motivo a escribir mi breve relato para el concurso de fotocuento que organiza @rahesi. En esta oportunidad, esta es la imagen:
Diana era un amor peludo en cuatro patas, educada y amable, toda una buena persona, pero si algún extraño se asomaba a la puerta, un dragón ladraba fuego desde el patio. Bastaba entonces con que le dijéramos: "Tranquila, Diana, es un amigo" para que ella sonriera y saludara cordialmente.
Desde chiquita la acostumbramos a estar solo en el patio, nunca salió de allí, era feliz en su reino.
La casa se fue quedando pequeña y para construir otra habitación tuvimos que quitar el patio, tratamos de sustituir su universo por el resto de la casa, pero ella buscaba desesperada atravesar las paredes, deseando como "Alicia" traspasar el espejo; al principio nos reíamos, pero luego nos preocupamos cuando se quedó en silencio y se nos quedó mirando como diciéndonos: "¿Por qué me hacen esto?"
Nos fuimos al trabajo preocupados, pensando que con el tiempo se acostumbraría.
Al llegar a casa fuimos rápidamente a verla, su rabo se movió levemente; cerró los ojos y se despidió para siempre.
Si deseas participar en este concurso, he aquí la información.